Seguidores e seguidoras

sábado, 30 de marzo de 2013

P.N. de Enciña da Lastra, 1ª parte. Buscando el Picogordo

    El pasado jueves, día 28, me acerqué al P.N. de Enciña da Lastra, situado en el extremo noreste de la provincia de Ourense. Allí el cañón del Sil se convierte en una frontera natural entre esta provincia y la de León. Dada la previsión meteorológica me pareció un lugar donde escapar de la lluvia, y acerté. Apenas cayeron unas gotas e incluso salió el sol brevemente y con el invierno tan largo que estamos teniendo en la costa me sentó de maravilla volver a ver a Lorenzo.


  Pensaréis que siempre pongo la misma foto... y es cierto. Aquello está tan alterado que resulta difícil encontrar una panorámica que no esté dominada por líneas de alta tensión, canteras o montes quemados. Por mucho que presuma la Administración, da auténtica pena ver como puede estar así un parque natural.

   A pesar de tratarse de una de las áreas más secas de Galiza, este invierno tan extraordinariamente húmedo se deja notar. Incluso en Vilar de Silva la tierra chorrea agua y dice basta. Lo nunca visto por este que escribe!

Agua de escorrentía saliendo del suelo

 Al grano. Mi intención era localizar al Picogordo (Coccothraustes coccothraustes), un fringílido de distribución muy limitada por estas tierras del noroeste. Aún encima se trata de un pájaro tímido y muy discreto, que ni siquiera emite canto para localizar (apenas unos reclamos mínimos), así que su detección no es empresa fácil.
  Sin embargo en el período  2002-2004 pudimos observar en varias ocasiones grupos familiares y ejemplares adultos en una ladera forestal cercana a Vilar de Silva, considerando como probable la cría de la especie. Posteriormente las observaciones se fueron volviendo más raras poco a poco y en los últimos años no he sido capaz de localizarlo, a pesar de haber invertido bastantes horas.
  Anteayer volví a intentarlo, aprovechando que hay más visibilidad, debido a que no han salido las hojas todavía. El transecto habitual a primera hora de la mañana, a ritmo muy lento, en completo silencio y realizando numerosas "estaciones de escucha" en lugares con buena panorámica. Pero nada. Escuché un reclamo poco usual pero, al consultar el CD de cantos, vi que no se correspondía con el del Picogordo. Lo ideal hubiese sido emplear reclamos, pero yo no tengo autorización para ello.
  Desde que tengo cámara he intentado lograr una foto de este precioso fringílido, pero me temo que va a ser imposible. Y como me sabe mal no tener alguna imagen, pongo un dibujillo que hice en el cuaderno de campo.


   A lo largo de la mañana, las observaciones más interesantes en Vilar de Silva fueron:
 - 1 Vencejo real (Apus melba)
- Un grupo de más de 20 Aviones roqueros (Ptyonoprogne rupestris)

 Avión roquero (Ptyonoprogne rupestris)

- Una pareja de Milanos negros (Milvus migrans). Decidieron montárselo cerca del nido y allí mismo decidieron aparearse.
- Un águila no identificada (la ví desde atrás, pero creo que sería una culebrera)
- Un Gavilán (Accipiter nisus)
- Varios Cernícalos vulgares (Falco tinnunculus)
- Tres Picos picapinos (Dendrocopos major)
- 2 parejas de Chovas piquirrojas (Pyrrhocorax pyrrhocorax)
- Muchos Pinzones vulgares (Fringilla coelebs) cantando por todas partes

 Milano negro (Milvus migrans)

Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus)

En el camino sorprendí a ésta:

Lagartija ibérica (Podarcis hispanica)

 Su aspecto tan raro se debe probablemente a que estaba a punto de mudar la piel. Por cierto, que a diferencia de los ofidios, la piel de los lacértidos se desprende a trozos (no sé yo como demonios iba a hacer un bicho con patas para quitársela entera). La verdad es que así parece una de estas especies tan feas que existen en las islas volcánicas, como Canarias o Galápagos.

 Pero de lagartijas y otros pequeños personajes ya os contaré en la segunda parte. A ver si me da tiempo hoy (os adelanto que tuve ocasión de practicar con el macro)

8 comentarios:

  1. A verdade e que con ese deseño non e doado saber se e una P.hispanica/liolepis ou unha P.bocagei o calquera outra cousa.

    Cesar Ayres

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ola César:
      Máis que nada penso que sería unha hispanica polo jizz. Ademáis nunca atopei bocagei nesa zona do parque (e arecorrín unhas cantas veces)
      Unha aperta

      Eliminar
  2. ¡Vaites! Además de facer unhas magníficas fotos seica tamén fas uns debuxos estupendos...Moi bonita a túa libreta e campo. E alégrome que fose tan fructífera a viaxe.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Graciñas, Inés, pero que conste que non todos os debuxos me saían así (téñoos moi malos tamén). E desde hai anos xa non fago debuxos, pois implican unha perda de tempo que prefiro empregar noutras cousas.

      Eliminar
  3. Xa que andamos á herpetoloxía, unha preguntiña.
    Acabo de voltar de Melide e aproveitando fun ata o Castro da Graña en Toques, para ensinarllo á socia.
    O caso é que vin un par de Vipera seoanei xuntas nunha muralla no castro. Había unha certa diferencia de tamaño e de coloración. Pode ser que anden de apareamento nestas datas?

    ResponderEliminar
  4. Totalmente. É un ofidio certamente duro, afeito a climas frescos coma o da montaña galega, e agora han estar saíndo en canto veña unha raiola de sol. Hai vintecinco anos presenciei unha saída de letargo comunal dun grupo de Víboras, nas dunas da Frouxeira, un 12 de Marzo (xa volo contarei algún día). Estamos, certamente en datas nas que saen.... con "moita ansia".

    ResponderEliminar
  5. Non sería o ano aquel no que ''botaron as víboras nas dunas para botar a xente da praia''?
    A ver se te vas ver nun apuro por confesar en público que andabas no medio da repoboación ¡¡¡
    E que esta historia das cobras repoboadas é unha das miñas preferidas ...

    ResponderEliminar
  6. Joder, Eloi...Aquilo foi algo que só pode ocorrer neste país de ignorantes. Na Voz de Galicia dérana coma nova de interes local. Chamáranme para entrevistarme (era vogal de herpetoloxía daquela) e flipei ao día seguinte. A unha pregunta do "periodista", contestei que as víboras se alimentaban básicamente de presas de sangue quente (micromamíferos, vaia). Ao día seguinte vou ao choio e pasan un periódico no que "según xabier Prieto, experto de la SGHN, las víboras se alimentan de LA SANGRE CALIENTE DE SUS VÍCITMAS!!". Dedsde entón, odio o allo e me alporizo cada vez que vexo un crucifixo...

    ResponderEliminar

Para comentar es necesario identificarse con nombre y apellidos