venres, 30 de decembro de 2011

Paseriformes en el río Xubia

  De los ríos que vierten sus aguas en la ría de Ferrol el principal es el Xubia. Cerca de su nacimiento, en las tierras altas de Somozas, el cauce del río es el típico riachuelo de montaña, de aguas rápidas y encajonado entre laderas originalmente pobladas por fragas caducifolias, hoy en día muy alteradas y residuales, desplazadas por el monocultivo de Eucalipto.

 Pero a partir de su tramo medio (concellos de Moeche y San Sadurniño), el Xubia forma un amplio valle, en el que se alternan praderas, cultivos y algunos bosquetes de ribera. Este valle pienso que es una de las zonas más interesantes para la avifauna nidificante en toda la comarca de Ferrol. También es, por cierto, donde se registran las temperaturas más bajas en los días anticiclónicos, debido a la "inversión térmica", que acumula el aire más frío en los valles.


  En los últimos días he hecho un par de visitas por las riberas del río en San Sadurniño (que denominan Avenida do Marqués de Figueroa en los mapas). Llevé la cámara, por supuesto.


  Sobre el cauce del río todavía sobreviven restos caducifolios. Principalmente Alisos (Alnus glutinosa), pero también hay Carballos (Quercus robur), Abedules (Betula celtiberica) o Avellanos (Corylus avellana).


   Aunque la zona está humanizada y llena de paseos, conserva ejemplares de Alisos ciertamente hermosos.



 Sus flores femeninas se transforman, al madurar, en una especie de piñas diminutas, de las que se alimentan muchos paseriformes. Especialmente el Lúgano (Carduelis spinus)



Es de los pocos pájaros que se puede mantener en posición invertida, realizando equilibrismo como los páridos. Además resulta un ave confiada, que no se asusta fácilmente.








  Por el río había varios bandos de unos 30 a 50 ejemplares. Son una especie bulliciosa que se deja notar con sus constantes reclamos allí donde está. Acompañándolos había varios Jilgueros (Carduelis carduelis)


   Mientras observaba, yo mismo era observado desde los arbustos....


 Además del Petirrojo (Erithacus rubecula) de la foto anterior andaba por allí una hembra de Curruca capirotada (Sylvia atricapilla), bastante confiada para lo que suele ser habitual en una curruca.


 Cuando ví esta foto pensé en que eso que tenía en la cabeza podía ser una Garrapata (Ixodes ricinus), pero viendo otras fotos, creo que era una semilla que se le pegó. Mejor así..


 Toda la orilla del río está llena de senderos peatonales, lo que hace que la presencia de personas paseando (y perros...) sea constante a lo largo del día, dándole un aspecto más de parque que otra cosa.

 Lo peor es que al gobierno municipal anterior no se le ocurrió otra cosa que cementar el paseo. Por si no fuera suficientemente espantoso, hay zonas donde se recebó la parte deteriorada, no fuera a ser que cogiera un aspecto "natural"...


  Y, como no!, también se han construído esa plaga que suponen los clásicos paseos de madera.


 Como diría Chiquito, "por la Gloria de mi madre!" ¿Pero qué mente iluminada decidiría perpretar esto?.


 Volviendo a los pajarillos, tuve la suerte de fotografiar el Agateador común (Certhia brachydactyla), del que había varios ejemplares silbando su agudísimo reclamo, con timbre casi de Musaraña.


Al contrario que el Trepador azul (Sitta europaea) el Agateador es incapaz de bajar por el tronco cabeza abajo. Cuando acaba de prospectar un árbol , en la parte más alta del mismo, debe volar hasta la parte baja de otro, para continuar su recorrido ascendente.


En esta foto vemos como su cola (endurecida) le sirve de apoyo.


 Por último, unas fotos curiosas. En el tronco de un Abedul estaba "The blob". Supongo que será algún tipo de hongo o parásito que deformó el tronco, pero si llega a ser de noche me cago por la pata abajo...




 Cosas de la madre Naturaleza.

 Hasta otra.

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