domingo, 6 de abril de 2014

Locustella naevia, nueva confirmación de cría!!

  El otro día me comentaba Damián que sólo había oído una vez a la Buscarla pintoja en Galiza y que apenas la había observado un par de veces. Que un ornitólogo experto como Cosme Damián Romay afirme esto nos da una idea de la suerte que tenemos de poder observar esta ave casi a diario en los campos de Valdoviño. Hoy le recordaba esta anécdota a Pepe Vidal, mientras nos deleitábamos observando una pareja de Buscarlas que se afanaban en la construcción de su nido en un prado de Meirás, Valdoviño.

 Buscarla pintoja (Locustella naevia)

  La fuerza de la costumbre casi nos hace olvidar el inmenso privilegio que tenemos cada vez que avistamos un ejemplar reproductor de Buscarla en Galiza, donde se ha vuelto extraordinariamente escasa. Yo he sido testigo de ese declive en su distribución por toda el área ferrolana, donde parece haber desaparecido de territorios donde me atrevo a dicir que era común, como los prados húmedos de Doniños y San Xurxo, en Ferrol;  los cultivos del valle del Xubia, en Moeche; o la laguna de A Frouxeira y las veigas del Magno, en Valdoviño (lugares donde mantiene sus últimas parejas reproductoras, que yo sepa). Una debacle catastrófica, diría, pareja a la de otro paseriforme amenazado como es el Escribano palustre (Emberiza schoeniclus lusitanicus), que también se halla al borde mismo de la extinción en el norte de nuestro país.

   Esta mañana, como digo, confirmábamos por fin que la pareja observada a finales de Marzo se ha quedado para nidificar en el lugar que me imaginaba. Dada la importancia de la observación, intenté documentar la cita con una fotografía de alguno de los miembros de la pareja portando hierbas para el nido, pero en esta ocasión fué imposible. El comportamiento de estos ejemplares es muchísimo más desconfiado que en otras ocasiones.
  Le pedí a Pepe que guardase máxima discrección sobre la localización exacta del nido. Tenemos la experiencia de 2013 para darnos cuenta de la tremenda fragilidad que implica una población tan raquítica, con un número de parejas que probablemente se contarán con los dedos de una mano (y sobrarán dedos). Esperemos que ninguna amenaza ponga en peligro este caso de nidificación.

  Cambiando de tema, es Abril y los reptiles comienzan a mostrarse más activos o a salir de su letargo:


   Esta misma semana me lo pasaba pipa con los Lagartos verdinegros (Lacerta schreiberi) en Taraza. Un total de cinco ejemplares (todos machos) tomaban el sol en un corto tramo del camino que forma parte de mi itinerario habitual. Tres de ellos además, concentrados en este pequeño zarzal de unos 12 x 3 metros apenas:

 Hábitat típico de Lagarto verdinegro en el norte de Galiza

 A pesar de lo avanzado de las fechas, todos ellos mantenían aún la piel vieja con los colores discretos de principio de temporada. Algo sorprendente, pues desde Marzo ya podemos encontrar habitualmente muchos machos en celo con su característica garganta y cabeza azul.


  El siguiente ejemplar, que tambié era el más viejo, era el que tenía la muda más avanzada. Fijaos en los restos de piel vieja, más oscura, que le queda en la parte superior de la cabeza y en la comisura de la boca.

 Lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi), macho

   El zarzal (silveira, en gallego) de la foto anterior es un auténtica mina para esta especie. El efecto isla que posee, al estar rodeado de prado, parece ser muy atractivo para el Lagarto das silvas. Si pincháis en la siguiente foto y con el botón derecho "abrís en una pestaña nueva", apreciaréis mejor los dos ejemplares que se encontraban a muy escasa distancia el uno del otro y sin hostilidad aparente:


    Eso, que viene lo bueno. Mi trabajo de campo para el futuro Atlas de aves reproductoras de la SEO no podía empezar mejor que con la cita de Buscarla pintoja. Una auténtica delicatessen para la cuadrícula que he escogido (NJ6020). Según como vayan las cosas intentaré asignarme alguna otra.
Hasta la próxima.

8 comentarios:

  1. Si se me permite o chiste fácil: "Hay que buscarla, pero está ahí", ¿non? Ainda que parece que cada vez hai que buscala mais...
    Interesante entrada, coma sempre.
    Apertas Xabi

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    1. Pois a "susodicha" está presente pola túa terra tamén, Quique. De feito as únicas citas modernas que hai, a aparte das de Ferrolterra, son na Mariña e Mondoñedo (Anuario ornitoxeográfico).
      Se tes ocasión de observala en Ribadeo, vaite encantar pola súa conduta e comportamento tan peculiar. É unha gozada de paxariño.

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  2. Buena noticia Xabi!
    Sigue contándonos sobre ellas.

    Buenísimas fotos!!! Qué envidia

    UN Saludo.

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  3. Por supuesto que Bichos seguirá informando, Miguel. Y viendo tus progresos con la cámara, creo que en cuanto cojas más experiencia con nuestra SX50 seré yo el que sienta envidia de tus fotos. No me cabe duda.
    Un abrazo.

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    1. Raro me parecería jeje
      Por cierto, ese porrón de Villafáfila, moñudo.
      Aunque nos hizo dudar un poco, al final se quedó como macho de fuligula.

      UN Saludo.

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    2. De raro, nada. Recuerda que este no es un blog de rarezas, Miguel ;)
      Con respecto al porrón, estos bichos son la leche.
      un SALUDO.

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  4. Ola meu!!! Penso que houbo un malentendido... xa que vin a Locustella naevia na Galiza: unha vez en setembro de 2005 en Bueu e outra, collida para anelamento en Bóveda en 2007. Escoitada na Galiza só a escoitei ata agora precisamente alí, nos campos de Taraza, debeu ser en 2011, tería que velo. Quédame por vela nesa localidade... ;)

    Apertas!!!
    Damián

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