venres, 17 de xullo de 2015

En la montaña, 1ª parte

   Las sierras gallegas son de pequeña extensión, de modesta altitud y están muy alteradas. Aún así conceden al naturalista la oportunidad de escaparse un poco del espanto que supone vivir en la franja litoral, destrozada con tanto canibalismo urbanístico y con tanto eucalipto.

   Ayer realizaba una escapada a los montes de Pena Trevinca, fronterizos con León y Zamora; un cordal montañoso que yo considero como el fin de la Sierra de La Cabrera o el principio de la Serra do Eixo.


   Durante la subida desde Sobradelo, en el valle del Sil, es mejor no mirar mucho hacia los lados. Las explotaciones de pizarra han arrasado el valle del río Casoio. Pongo unas imágenes "suaves" pero os aseguro que es bastante peor de lo que muestran las fotos.


Explotaciones pizarreras

      Una vez arriba, la cosa cambia:


   Realicé un transecto de cuatro horas por los altos más próximos a Pena Survia (a la que no pude llegar por falta de tiempo), en torno a 1750-1900 m. de altitud. Las vistas desde allí eran espectaculares



   La pista recorría una zona quemada hace poco tiempo, como se podía apreciar por los restos de la vegetación muerta. Y se notaban los efectos.


   En el fondo de los valles existen varias fragas (bosque caducifolio autóctono) de pequeña extensión; entre ellas está el famoso "Teixedal de Casaio", de reconocido interés botánico.



  El matorral bajo y algunos parches de gramíneas forman el paisaje de estos montes. Una planta que sólo había visto antes en Ancares es el Enebro, cuyas bayas se usan para aromatizar la ginebra. Crece en forma de pequeñas alfombras rasas que apenas levantan medio metro del suelo.

 Enebro enano (Juniperus comunnis)

  La xanzá (familia Gentianaceae) muestra un porte completamente distinto, siendo una de las especies más vistosas de nuestras campas de montaña.

 Genciana (Gentiana lutea)

  Encontré unas matas de algo llamativo que me pareció un híbrido de tojo con salicornia. Lamentablemente no le saqué foto, pues se trataba de Genista sanabrensis (familia Leguminosae), un endemismo de la mitad norte peninsular que en toda Galiza sólo está citada en Trevinca, por lo visto.

  Sí afoté esta hermosa Siempreviva (familia Crassulaceae), una especie perenne que resiste fuertes heladas y nevadas, habituales de las altas cumbres en las que vive. Suele aparecer entre las rocas con buena exposición al sol.

Siempreviva (Sempervivum vicentei)

Las horas centrales del día nunca me han gustado para "bichear", pero son buenas para la observación de insectos. Además de Ortigueras (Aglais urticae), Brintesia circe, algún papiliónido y otras más sin identificar, pude fotogafiar estas dos mariposas (se agradecen correciones de los expertos, que ya sabéis que de estas cosas sé lo básico):

Erebia aethiops (Fam. Satyridae)

 Argynnis lathonia (Familia Nymphalidae)

   Un montón de avispas excavadoras se levantaban a cada paso en el seco camino bajo el sol del mediodía. Había Ammophilas sp y otras que no conozco. Este ejemplar completamente negro parecía ser muy abundante:

Avispa cazadora (Familia Sphecidae?)

  Y lo mejor estaba por venir

5 comentarios:

  1. Que pedazo de vistas. O teu blog sumentan as miñas ganas de facer unha escapadiña...
    Bicos

    ResponderEliminar
    Respostas
    1. A próxima vez xa meterei fotos horribles das pizarreiras (aquilo é espantoso) para que se vos vaian as ganas de viaxar e non sufrades, jaja..
      É broma. Un biquiño Inés.

      Eliminar
  2. que tal vai o tema de insultar aos empregados públicos no TEU blogue?

    Non atopaches a outros nas andanzas que escribes?

    ResponderEliminar
    Respostas
    1. Deberías deixar o bebercio entre horas. Vexo que non te senta ben...

      Eliminar
  3. Ti eres a miña droga...mesmo o meu viagra

    ResponderEliminar

Para comentar es necesario identificarse con nombre y apellidos