Monte de Lobadiz, crónica de su destrucción

Esta mañana tocaba paseo y escogí el monte ferrolano de Lobadiz, entre San Xurxo y Doniños.

    Una parte del monte comunal fué repoblado hace años con Pinus radiata, y ahora hay un interesante pinar que destaca por su relativa riqueza biológica en una comarca tan empobrecida y degradada como es la de Ferrol.

  El problema es que los propietarios le han cogido gusto a la cosa y han repoblado ilegalmente la mayor parte del monte restante. Un área que tenía una serie de hábitats abiertos costeros muy interesantes, incluidos en un LIC, por cierto (aunque eso en este país de cafres no sirve para nada).

  Dentro de poco la Lechuza campestre (Asio flammeus) o el Escribano lapón (Calcarius laponicus), presentes anualmente durante la migración, desaparecerán de este espacio. El Chorlito dorado (Pluvialis apricaria) o la Agachadiza chica (Lymnocryptes minimus) ya lo han hecho hace años.

  Hoy conocí a José, miembro de la comunidad de comuneros y enfrentado a la actual directiva, que me enseñó numerosa documentación para demostrar que estos desbroces y repoblaciones fueron hechos de manera fraudulenta.

   En su momento ya se habían presentado alegaciones por parte de la SGHN, Adega y Verdegaia. Además José también ha cursado numerosas denuncias ante Serpona y  Medio Ambiente. Le pregunté si podía publicar estas fotos y accedió encantado, pidiéndome que lo divulgase.

  Al parecer (y doy fe porque lo leí) los directivos actuales de la comunidad de montes falsearon varias cosas, como la localización exacta de los desbroces, que Medio Ambiente entendió o quiso entender que estaban fuera del espacio protegido y por eso los autorizó. Además incluyeron terrenos en propiedad de Defensa como si fueran comunales. Y otras cosillas que me contó sobre la venta de la madera cortada cuando se construyó el paseo peatonal de la playa en terreno también militar.

   A pesar de la monstruosa transformación que ha tenido lugar, el monte sigue siendo lugar de "parada y fonda" para muchas aves migrantes. Esta mañana las Currucas zarceras o las Tarabillas norteñas se hacían notar. También vi un Ruiseñor común (Luscinia megarhynchos), auténtica rareza por el norte, y un Bisbita de Richard (Anthus richardi), aunque no pude confirmar esta cita.

  Hoy usé la Nikon P900, ya que el tipo de fotografia prevista era más favorable para ella, por la distancia tan grande de disparo que suele haber en estos casos.

 Curruca zarcera (Sylvia communis)

Curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala)

Tarabilla norteña (Saxicola rubetra)

    Sigo practicando el modo macro y el uso del flash para resaltar los objetos. El libro sobre macro que acaba de publicar Fran Nieto, supondrá una gran ayuda para mí. Espero tenerlo en casa el lunes.

    De entre la familia de los brezos (Ericaceae) la Dabobecia cantábrica es una de las especies más singulares desde el punto de vista estético. Al revés que la mayoría de los miembros de la familia, posee pocas flores y dispuestas de manera más separada.

   La Quitameriendas, de la familia de las liliáceas, se denomina así porque la aparición de sus flores coincide con el acortamiento de los días en Otoño, motivo éste por el cual antiguamente se privaba a los jornaleros de la merienda ("Guía das plantas de Galicia", X.R. García).

Quitameriendas (Merendera pyrenaica)

  Y nos despedimos con el artista de la semana (casi podríamos hacer una sección propia). Metemos el coche por donde nos sale del nabo, sin respetar nada, y acabamos atascados en la arena...

   Al final hasta me dió pena y fuí a darle un par de consejos para intentar sacar el coche (tuve un todoterreno y sé algo de eso), pero ya estaba esperando ayuda.

  En fin, ya sabéis: Galiza, tierra sin ley...

 Como diría el gran Perich (D.E.P.), "si farcias del carordias, no remueldas las leporcias".