Oxygastra curtisii (foto Julio 2016)
Este era el aspecto que tenía entonces el río:
....y éste es el que tiene este año, después de la limpieza de vegetación llevada a cabo por el Concello, para evitar las inundaciones que suceden en épocas de lluvia intensa.
Aún encima la inusual sequía que hemos tenido este invierno hace que apenas lleva agua.
Rego do Basteiro
Las pocas Gallinetas (Gallinula chloropus) que había parecen haber desaparecido, aunque pude ver una familia completa de Azulones. De libélulas apenas una Ischnura sp y, aparte, varios renacuajos de Sapo común (Bufo spinus) fué toda la fauna que pude observar desde el paseo.
Azulón (Anas platyrhynchos) hembra con jóvenes de unos dos meses
Por lo menos estos días de Mayo nos ofrecen la posibilidad de disfrutar la algarabía de muchos jóvenes que empiezan a salir del nido. Esta semana ya he visto volantones de aquellas especies con fenología más temprana: Tarabilla común (Saxicola rubicola), Colirrojo tizón (Phoenicuros ochruros) o Petirrojo (Erithacus rubecula). Mientras tanto aún no han llegado los migrantes más tardíos, como el hermoso Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio), que suele aparecer estos días.
Ayer desde la ventana de la cocina contemplé una escena familiar. Tres volantones de lavandera blanca reclamaban comida sin cesar, para que se enterara todo el barrio de Ultramar.
Lavandera blanca (Motacilla alba), pollo volantón
Los tres fenómenos
Cada vez que llegaba el padre se armaba la de San Quintín, pues se lanzaban a todo correr suplicando comida detrás del adulto.
No tuve mucho tiempo a configurar la cámara (estas escenas ocurren de improvisto y duran unos pocos segundos), pero pude registrar el momento.
Pollos de Lavandera blanca (Motacilla alba) persiguiendo progenitor
El único problema es que con el follón que arman los pollos volantones son sumamente vulnerables a los depredadores como gatos domésticos, gaviotas, urracas o algún gavilán que pueda aparecer. esperemos que estas jóvenes lavanderas tengan final feliz, si no bajan demasiado pronto a las peligrosas calles. Hoy siguen en el tejado.
A ver se teñen sorte, pero nesa etapa son demasiado vistosos para os posibles depredadores, que seguro que non faltan.
ResponderEliminarSe permanecen nos tellados igual hai máis posibilidades. Tan arriba non hai gatos nin cans, polo menos.
EliminarGrazas por comentar, "Fernando".