Si compartimos esta reflexión podremos extenderla a las cosas relativas al medio ambiente y a su problemática. Quizá debamos abstraernos un poco para "ver" mejor. A veces resulta conveniente separarnos de la escena para abarcar toda la composición y para comprenderla mejor, como saben los fotógrafos o los pintores artísticos.
Perros paseando libremente en el canal de la laguna, dentro del "espacio protegido"
Actualmente la presencia de perros sueltos en nuestros humedales y playas es un enorme problema ecológico (y cívico) que afecta a todas las aves que utilizan estos lugares para alimentarse, para descansar o para reproducirse, como es el caso del amenazado Chorlitejo patinegro.
Sin embargo esto no fué siempre así. Hubo un tiempo en que los perros eran simplemente... perros, que tenían los mismos derechos que el resto de animales domésticos. Hasta que llegó la fiebre del peluchismo, del animalismo, del mascoterismo. Hasta que a alguien se le ocurrió que un perro debía tener los mismos derechos que un ser humano, por ejemplo, el "derecho" a disfrutar de la Naturaleza. Y ahí empieza el problema, toda vez que ese "derecho" es radicalmente incompatible con la conservación en estos humedales y playas.
Pero alejémonos un poco. Retrocedamos en el tiempo para ver como eran las casas tradicionales de los habitantes originales de Valdoviño, con sus hórreos, sus terrenos, sus gallinas y sus repollos. En ellas el perro era un animal doméstico más, que tenía una función de guardia de la vivienda o de vigilar el ganado. Una cosa importante: apenas salía del entorno de la casa si no era para acompañar a las vacas. Por lo tanto el perro-animal no tenía efectos en el medio.
Estas casas estaban levantadas cerca de las zonas fértiles, como cualquier núcleo rural. Y, en general, razonablemente integradas con el paisaje del entorno.
Casas tradicionales de Valdoviño
Pero entonces apareció el turismo de playa, básicamente entre los años setenta y ochenta por esta zona. Y con el turismo llegó la locura urbanística.
Otra cosa interesante. Un jubilado de Bazán, ya fallecido, me contó la historia de los autobuses de línea que hace muchos años se pusieron a disposición de los obreros de los astilleros para ir en verano hasta la playa de Valdoviño. Calculo que sería aproximadamente por los años cincuenta, antes del boom turístico. De ahí viene el hecho de que entre los propietarios de estos nuevos chalets haya una proporción asombrosa de trabajadores o ex-trabajadores de Bazán (cuando estoy en la laguna me canso de saludar compañeros del astillero).
Estos cientos de nuevas viviendas se construyeron en fincas particulares lo más próximas posible a la playa, en un época en que se podía construir prácticamente a discrección, ya fuese en la misma orilla del lago o al pie del acantilado. Eran los tiempos de la esquizofrenia urbanizadora; nada que ver con la armonía y sensatez que conservaban las viejas casas de la aldea tradicional.
Fijáos en esta joyita del centro de la imagen, un edificio de cuatro plantas, con los bajos sin acabar (desde hace treinta años!) al mismo borde de un espacio protegido y a menos de 100 m. del mar. Canibalismo urbanístico en estado puro.
Viviendas próximas al "espacio protegido".
La proliferación de chalets en las zonas turísticas es algo con profunda repercusión medioambiental, pues extiende la antropización del paisaje invadiendo el medio con casas que sólo van a ser utilizadas los fines de semana por sus propietarios residentes en Ferrol o incluso durante dos meses al año (aquellas que se destinan al alquiler de turistas). Pero la presencia de los edificios, de sus rejas y vallados, o de sus plantas invasoras como palmeras y pampas, es permanente. Como lo es la presencia de los perros para cuidar estas casa. Y ahí llegamos a donde yo quería llegar, decía el otro.
Casa desocupada hoy (ver persianas cerradas) pero con perro de guardia
Porque no hay casa sin perros para vigilarla (hablamos de casas de reciente construcción). Por este motivo el incremento de la población canina de Valdoviño se ha disparado en las últimas décadas.
Claro, cuando llegan los dueños dede la ciudad quieren pasear a sus perros para que "disfruten de la Naturaleza". Son perros urbanitas, no aldeanos! Y qué mejor sitio para soltarlos que la playa y el arenal de la laguna, donde estos perros-mascota producen graves molestias a las aves salvajes. Llegados a este punto muchos lectores y lectoras habrán entendido a dónde las quería llevar.
Como véis el problema de los perros tiene un origen muy definido. Al abstraernos de lo concreto, al repasar la historia de las cosas acabamos por entenderlas con otra perspectiva. Un Chochín cantando con el océano Atlántico de fondo nos ayudará a volver a lo concreto, a lo más bello.
Gracias por leerme (los y las que lo hayan hecho).
Boa entrada. 100% de acordo no dos cans soltos.
ResponderEliminarMoitas grazas Fernando.
EliminarHola:
ResponderEliminarNo entiendo la necesidad de un chalé en la playa cuando vives a 15 km y hay buen servicio de transporte público.
Al final las casas que están en su contexto acaban perdiéndolo porque el vecindario cambia de una actividad primaria a un uso recreativo de la zona.
Los perros como todo, en su medida y en su sitio.
Pois eu enténdocho ben Juanma. O galego sen casa non é persoa. Os "venideiros" que chegaron a Ferrol para traballar nos asteleiros nunca se adaptaron aos pisos e dedican todo o seu esforzo durante a vida laboral a facer a casa. Levo 28 anos na empresa e ésa é a miña impresión sobre o 75 por cento dos compañeiros. O malo é que non se adapatan a vivir en pisos pero si collen o pior da mentalidade urbanita e lévano despois con eles no seu retorno á "aldea"!
EliminarPD: Os cans-animais non son o problema. Sono os cans-mascota.
A casa na praia non é unha necesidade. A casa na prai aé o que se chama ben posicional.
EliminarO ben posicional ben sendo iso que ti podes exhibir pra decir, ei, que son ''mas mejor'' que ti, que poido ter isto e ti non porque eres un pringado...
Muito interessante Xabi! Mas também há domingueiros que levam o cam no coche desde Ferrol a Valdovinho SÓ para que se desafogue correndo por um sítio "tranquilo", sem lhes importar nem pílharas nem nada. E o mesmo com outras praias (http://seopontevedra.blogspot.com.es/2017/06/ultimas-noticias-sobre-chorlitejos.html). As mascotas ganham, a conservaçom da natureza perde. Saúdos, Damián
ResponderEliminarPor suposto Damiám, por suposto. Quando estóu a preparar umha entrada sempre coido muito de nom me estender demáis, para que o texto se poda ler em dous ou tres minutos (foi o conselho dum amigo). É inevitável ter que recurtar a informaçom.O que comentas dos ferroláns residentes também é um feito, e havia moitas mais cousas que contar, pero o espaço nom dava para tanto, hehe.
EliminarUm abraço, máquina.
PD: Estóu pensando en mercar um cam, pois som o único da comunidade de vizinhos que nom tem e me sinto um pária, um ser "si humano" asocial. Recomendas-me algumha raça em concreto?
Um cancodrilo...
EliminarEn todo caso lamento decirvos que estamos condeados a perder toda e cada unha das batallas contra esta caterva animalista que nada razoa e que se pode destroza niñadas (morto o can acabada a rabia) e pinta sinais que lles advirten da proibición de pasear o can na praia.
ResponderEliminarTeñome cabreado moito contra alghún axente e vixiantes de recursos de Medioambiente por este motivo.
Nunha das últimas e despois de apertarlle bastante o fulano descubreu o que eu xa supoñía. Teñen ordes non escritas de non molestar ós mascoteiros. É mais, se se lles ocurre sancionar a calquera deles, a sanción queda sen efecto de maneira automática. Unha señora de procedencia valdoviñesa ten moito que ver nestas proclamas...A mesma que trata e recibe a Libera coma interlocutor válido...
Son tan burros que se están adicando a pelexarse polos votos de Libera e non se dan conta que eses votos son de PACMA...
Terrible e preocupante iso que contas Eloi. Pero é algo que xa supoñíamos.
ResponderEliminarOnte mesmo interviña nun muro de facebook por este tema. Cando mencionei textualmente "o poder do lobby mascoteiro" saltoume unha mascoteira histérica ríndose deeste termo.
Non sabemos aínda ao que nos enfrentamos...
Comentaba Pablo Torrella (colega da SGHN-Ferrol) de que xa hai "spás" (ou como carallo se escreba) para cans. Tócate los mismísimos.
Mira o muro de David Outeiro de hoxe mesmo...Outra mais do mesmo. Os malísmos somos os cazadores e non hai mais que falar ¡¡¡
ResponderEliminarOs posuidores de mascotas como poden ser malos e extinghir unha especie? Aquen se lle ocurre ¡¡¡
Hai roupa para cans. A humanidade esta gilipollas. Debo ser un becho raro por ter can e tratalo coma tal.
ResponderEliminarApertas
Pois a verdade é que cada vez sodes menos os propietarios e propietarias normais. O CGM (Coeficiente de Ghilipollismo Mascoteiro) está disparándose ata límites de psiquiatría.
EliminarEU NON CONTESTO ANÓNIMOS.
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