luns, 27 de xaneiro de 2020

En la playa 2ª parte: limícolas

   Como decía en el post anterior, pasada la hora de comer la playa vuelve a llenarse de mascoteros infringiendo la ley. Aún así creo que esa hora (hacia las 14,00 - 16,00 h) es el momento del día en que hay menos. Anteayer volvía con la Sony a primera hora para afotar mejor los escribanos nivales (que no estaban). El sol aún no había traspasado el horizonte pero ya aparecía el primer infractor:

 Propietario con su perro (de raza PPP) corriendo libremente en un espacio protegido

  Este además llevaba el perro atado (cosa que me sorprendió enormemente). Pero en cuanto me rebasó ya soltó al boxer para que corriera. Como repito una y mil veces: nadie lleva el perro a la playa para mantenerlo amarrado, NADIE (o a los perros, porque ahora lo normal es tener dos o tres).


  En fin, esto va a ir a peor, así que debemos actuar con inteligencia, escogiendo aquellos momentos de más tranquilidad y marchándonos en cuanto aparecen. No vale la pena discutir con ellos, son irracionales (y recordad que ya está habiendo agresiones por su parte).
     Además es surrealista que seamos nosotros los que tengamos que andar siempre llamando para presentar denuncia o explicándoles la normativa a los propietarios.¿Imagináis que hiciésemos lo mismo cuando vemos a un conductor circulando a 200 por la carretera o completamente borracho? Se supone que para eso ya está la DGT. Pues para atajar este problema del mascoterismo en los espacios naturales ya está el Seprona. Sólo que tienen directrices para no atajarlo porque multar es impopular y quita votos (más ahora, con los animalistas en el poder).

  Vamos con lo bueno: las aves:

Chorlitos grises (Pluvialis squatarola)

  Aprovechando la tranquilidad de la sobremesa las pocas limícolas que aún resisten pudieron descansar durante un rato en la playa.


  Entre ellas destaca el chorlito gris, un ave muy de costa, al contrario que su pariente el chorlito dorado. Su hábitat natural son los grandes intermareales fangosos o arenosos, aunque ahora pasan la mayor parte del día refugiados en la costa rocosa o en islotes, donde no llegan los perros.

Chorlito gris (Pluvialis squatarola)
Nikon P1000 focal 467 (2600 mm)  ISO:560  V:1/400  F:7,1

  Su número ha bajado muchísimo. Si antes era habitual contar 120-130 ejemplares invernantes (incluso hasta 200), este viernes sólo había 47 valientes.

Chorlitos grises (Pluvialis squatarola)

    Los acompañaban 1 vuelvepiedras (Arenaria interpres) y 1 correlimos gordo (Calidris canutus).

 Correlimos gordo (Calidris canutus) en el centro

  El correlimos común (Calidris alpina) ha desaparecido prácticamente como invernante, cuando antes se contaban por cientos. Al tridáctilo (Calidris alba) le va mejor y mantiene una buena población todavía, con unos 85 ejemplares contados el viernes.

 Bando de correlimos tridáctilos (Calidris alba)

Un pastor con sus ovejas

   Durante esos breves momentos de tranquilidad me parece volver a los años ochenta, cuando pasaba el día recorriendo el sistema dunar y la laguna, siendo aún un adolescente lleno de ilusión.

 Dunas móviles

   Eran otros tiempos. Pasear por las dunas era escuchar el canto de la alondra, avistar el vuelo directo y veloz del diminuto esmerejón o contemplar esa cometa viviente que es el aguilucho pálido, una de las rapaces más hermosas, que invernaba regularmente en A Frouxeira. Entonces las charcas estacionales eran el hábitat de cría del sapo corredor (otra especie en severo declive) o del tritón jaspeado. Con suerte podías ver alguna rata de agua correteando por las orillas.

 Dunas grises

   Pero nada es como antes. Llega a asustar el silencio absoluto que se percibe en ocasiones. No hay estudios que reflejen realmente los efectos del apocalipsis medioambiental que está viviendo nuestro medio natural. Creo que ese silencio es más ilustrativo que cualquier estudio científico.

 Depresiones dunares encharcadas

     El canto del zorzal charlo (Turdus viscivorus) procedente del pinar rompió ese silencio, aliviando el pesar de mi espíritu. Un poco de esperanza siempre viene bien.

Pinar de repoblación

 Mientras estaba con estas divagaciones, empezó a llegar la manada mascotera a la playa y decidí que era el momento de irme de mi querida laguna. Ahora les pertenece a ellos.

2 comentarios:

  1. Boas Xabi!
    De novo, excelente e triste crónica, mui evocativa à par que triste. Encantaria-me ter o antídoto a este veleno mascotista... Umha apertas, Cosme Damián Romay Cousido

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    1. Ontes dicia-lhe a Toño Salazar por facebook que já nom se trata de "eles" senom de "nós". Cada dia estou mais preocupado pola infecçom que a peste canina está a contaminar o nosso colectivo. Este mesmo domingo havia un grupo de paxareiros asturianos na Frouxeira (sei que eram daló por Jose Ramón). Mentras desfrutavam o Aythya collaris tinham um cam SOLTO na mesma riveira da lagoa. Con un par de huevos!!
      Se "os nossos" já som delinqüentes mascoteiros, cómo demo podemos esixir aos demais que cumpram a lei?
      Temos o problema (e gordo) na casa.

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