venres, 27 de marzo de 2020

Bichos Vintage: Discretos inquilinos (19/06/2012)

    NOTA: La entrada salió a la luz en Junio de 2012, durante un período de enfermedad, aunque parece hecha para estos días

     Estos días toca reposo, así que dispongo de más tiempo para atender otras cosas y para conocer mejor mi casa. Y, aunque uno permanezca enclaustrado, la mente despierta e inquieta del naturalista siempre descubrirá cosas que la mayoría de la gente pasa por alto, como este "inquilino" de mi piso, que encontré junto al colgador de la ropa:

Lepisma (Ctenolepisma lineata o similar)
Foto: Fuji HS10 (24-700 mm)

 Es un Lepisma, un "tisanuro" emparentado con los Pececillos de plata (hay varias especies parecidas en Europa) . Se consideran los insectos con rasgos típicos más antigüos. El ejemplar que me encontré creo que es un Ctenolepisma lineata o un pariente cercano, pues ya sabéis que sólo dispongo de la Guía de Chinery...

    Estos insectos primitivos habitan los pisos y casas viejos, especialmente donde haya grietas, aunque huyen de la luz. Además necesitan una temperatura cálida para reproducirse. Durante mi infancia descubrí los auténticos Pececillos de plata (Lepisma saccharina), que me encontraba sobre todo en la cocina de casa, cuando iba a mirar como cocinaba mi madre. Siempre me han llamado poderosamente la atención por su aspecto estrafalario, casi como de crustáceo, pues recordemos que, por ejemplo, las famosas cochinillas de la humedad pertenecen a esta clase.

   Como dato curioso (gracias, Wikipedia) hay que decir que el Pececillo de plata es uno de los dos únicos animales capaz de digerir directamente la celulosa, gracias a una enzima llamada, lógicamente, "celulasa" (que NO sirve para eliminar la celulitis.... aviso). Porque estos tíos comen cualquier pequeño resto orgánico que se tercie: restos de madera, de tela, algodón, papel, azúcar, restos de piel o de cabellos, hasta cola de encuadernar libros!

 Unos vecinos simpáticos, y unos auténticos supervivientes de los tiempos de los dinosaurios.

4 comentarios:

  1. Nestes días de confinamento, sempre está ben fixarse e valorar o que temos preto. Eu teño unha árbore a pe de balcón, onde observar abellas, saltóns e paxaros varios como currucas. Dentro de casa, de momento, algunha que outra lepisma e algunhas moscas da froita (os nenos, marido e mascotas non os conto, hehe).
    A ver se consigo xestionarme mellor co teletraballo,os nenos,etc (acabo esgotada) e me animo a facer algunhas fotos coa bridge.

    Apertas,
    Inés González

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    1. Unha árbore, vaia luxo para min, haha. Hai anos había unhe horta minúscula frente ao meu edificio pero agora non existe. O único que vexo son paredes e tellados.
      Cómpre termos paciencia. Moita.

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  2. Por vezes penso: se bem começamos a conhecer bem aos vertebrados terrestres da Galiza, que acontez com os invertebrados? Quantas espécies ficam desconhecidas para a ciência galega perto das nossas casas, ou mesmo dentro delas? Recomendo esta leitura: http://adega.gal/media/documentos/C53-P42-45_A_conservacion_da_fauna_entomoxica_en_Galiza.pdf
    Saúde e ánimo,
    Damián

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