domingo, 9 de agosto de 2020

Libélulas de montaña

  Este fin de semana quería pisar la montaña pero mis cervicales me impiden caminar por cumbres o ir cargado, así que busqué rutas cómodas que no se apartasen demasiado del coche, por aquello de llevar el peso mínimo. La primera parada fue el viernes en una laguna de la Serra Calva, que hace frontera natural entre Ourense y Zamora.

Localización del lugar visitado

   Desde el puerto de Tablillas se accede fácilmente a la primera de las lagunas, en suelo zamorano.


 Realicé una prospección intensa entre las 12 y las 15,30 horas. En lo valles hacía mucha calor pero aquí arriba, a 1500 m de altura, la temperatura no rebasaba los 25 º C y soplaba algo de viento, con lo cual la sensación era muy agradable.

Laguna de montaña, Porto (Zamora)

  Mi objetivo era observar tres especies de libélula ampliamente distribuidas por Europa pero que en la Península están restringidas a zonas de montaña de su mitad Norte. La primera de ellas Lestes sponsa, o Gaiteiriño montano, como se denomina en gallego (1).

 Pareja de Lestes sponsa

  Y vaya si los encontré. Decenas o seguramente cientos de sponsa revoloteaban ya por las brañas y encharcamientos próximos a la laguna. Una pequeña libélula de ojos espectaculares.

Lestes sponsa macho
Sony RX10 III focal 600 mm  ISO:100  V:1/500   F:4

Para distinguir con certeza este zigóptero hay que fijarse en los apéndices anales interiores del macho. A diferencia de Lestes dryas, son paralelos y no se tocan en sus extremos.

Detalle con los apéndices anales exteriores e interiores del macho

  Al igual que otros Lestes con los que estoy más familiarizado el sponsa parece que gusta de medios higromorfos estacionales, como esta charca temporal con abundante cobertura de juncos (Juncus effusus, si no recuerdo mal), que compartía con los igualmente numerosos Lestes virens.

Hábitat de Lestes sponsa

   Cerca de allí encontré la segunda especie: Sympetrum flaveolum o Lavacú azafrán, en gallego (las libélulas no disponen de nomenclatura vulgar específica en castellano, que yo sepa)

 Pareja de Sympetrum flaveolum

 Como el sponsa, su distribución en Galiza está limitada a las sierras más altas del SE: Ancares, Macizo Central o las sierras fronterizas con Zamora, como es el caso. En mi visita a esta laguna zamorana sólo vi 3-5 ejemplares, todos en un arroyo seco próximo a ella.

 Sympetrum flaveolum macho
Sony RX10 focal 600 mm  ISO:100   V:1/800   F:4

  A diferencia de otros Sympetrum el tono de su cuerpo es azafrán, no rojo puro (las fotos engañan, siendo la diferencia más notable en el campo). Un color que también aparece de manera patente en la base de las alas posteriores.

 Sympetrum flaveolum

 Este Sympetrum suele habitar aguas temporales. De hecho la pareja fotografiada estaba ovopositando sobre el barro húmedo. Con las lluvias de finales de verano eclosionarán (2).

Arroyo seco donde se apareaban los flaveolum

 Finalmente pude ver y fotografiar la Aeshna juncea o Libeliña brañega, que además supuso un bimbo personal por ser mi primera observación de la especie.

 Aeshna juncea macho patrullando la orilla

  Esta especie está volando todo el tiempo y es extremadamente difícil de fotografiar con una cámara bridge. Gracias al enfoque manual de la Sony pude al menos tomar unas fotos dignas donde se identifican perfectamente sus rasgos, como el borde alar amarillo o las bandas del tórax

 Aeshna juncea

 Aeshna juncea , foto muy recortada (con enfoque manual)
Sony RX10 III focal 540   ISO:320   V:1/640   F:5,6

   Varias juncea patrullaban sin descanso las orillas de la laguna principal, aunque realizaban también incursiones sobre los brezales y laderas adyacentes. Son tan parecidas en tamaño y aspecto a las Anax imperator que en un principio pensaba que eran esta especie hasta que afoté una, me fijé y vi que la mayoría eran Aeshna, aunque había alguna Anax por el medio.

Sector de la laguna frecuentada por las Aeshna juncea

 Aeshna juncea patrullando el brezal próximo

 Una jornada entomológica memorable que tendría continuidad al día siguiente.

Aeshna juncea
Sony RX10 III focal 380 mm   ISO:320   V:1/640  F:5,6

  El sábado me acerqué hasta el Macizo Central de Ourense, quizá el espacio natural con mayor biodiversidad de Galiza, aun con la alta degradación que padece.

 Situación del embalse de Cenza, en el Macizo Central ourensano

  Alrededor del embalse de Cenza (Vilariño de Conso) tengo controladas varias turberas que quise muestrear, dada la abundancia de libélulas encontrada el día anterior en la Serra Calva. En una de ellas volví a encontrarme con la Aeshna juncea.

Turbera en Cenza (Vilariño de Conso)

   Un mínimo de 3-4 ejemplares volaban sobre el cauce de aguas permanentes que forma la turbera. Sólo pude tomar una imagen documental de mala calidad.

Libeliña brañega (Aeshna juncea) en la turbera de Cenza. 
Imagen testimonial

   Debo comprobar las citas actuales pero podría ser nuevo punto para la especie, ya registrada en esta cuadrícula de 10x10 Km (la malla que se usa habitualmente en los atlas de distribución).

   Antes había prospectado la que denomino "turbera del fondo", que se hallaba completamente seca.

 "Turbera del fondo"

  Y precisamente allí encontré otro Sympetrum flaveolum. Primera observación propia en territorio gallego. Igualmente debo investigar las citas registradas ya que podría ser un punto nuevo.

Lavacú azafrán (Sympetrum flaveolum)
Nikon P1000 focal 1500 mm   ISO:110    V:1/400   F:7,1

 En fin, dos estupendas jornadas entomológicas vividas en la montaña ourensano-zamorana. El apartado ornitológico queda para el siguiente capítulo. 

(1) Guía das libélulas de Galicia (Miguel A. Fernández-Martínez & Calros Silvar 2011)
(2) Guía de campo de las libélulas de España y Europa (Klass-Douwe B. Dijkstra & Richard Lewington 2006)

2 comentarios:

  1. Que lugares mais fermosos, ainda que a contorna próxima tem problemas com as entulheiras das louseiras e também umha ameaça certa de parques eólicos... Com todo, os bechos aguantam, e parez que nom lhes vai mal de todo. Seguro que foi um soprido de ar fresco para ti. Umha aperta, Damián

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    1. Foi, certamente, aínda que notei umh ausência de bichos terrível comparado com visitas de há 10 ou 20 anos.

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