Como decía en el post anterior dediqué las primeras horas de la mañana del sábado a la observación ornitológica, aunque aún era casi de noche cuando llegué a la zona.
Entre las 7,00 y las 11,00 h estuve caminando por las pistas próximas al lugar de Rebordelo, parroquia de Xermar, haciendo paradas en puntos de interés.
El aguilucho cenizo (Circus pygargus) parece que ha desaparecido definitivamente de la zona pero si vi otras especies más comunes o, mejor dicho, menos escasas. Porque algunas de ellas están sufriendo también un drástico declive poblacional.
- Codorniz (Coturnix coturnix). Escuchados 3 ejemplares.
- Tórtola europea (Streptopelia turtur). También 3 individuos
- Cuco común (Cuculus canorus). Escuchados u observados 8 machos cantores en la zona muestreada, de unas 100 ha de superficie prospectada. Tres de ellos cantando simultáneamente en la primera parada (Rebuxín, a más de 2 Km de Rebordelo). En la costa norte hace más de veinte años que ya no se oye al cuco.
- Cigüeña común (Ciconia ciconia). Concentración de más de 50 ejemplares. Muchos nidos con pollos instalados en Pinus pinaster
- Chotacabras europeo (Caprimulgus europaeus). Nada más salir del coche, a las 6,34 h, escuchaba el trino característico de la especie.
- Abubilla (Upupa epops). Un par de ejemplares
- Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio). Primeras citas de la temporada, con 4 bichos avistados, incluyendo una pareja con ceremonia de cortejo en la que el macho ofrecía presa recién capturada a la hembra
- Alondra totovía (Lullula arborea). Dos ejemplares. Durante el muestreo observé también un par de bisbitas arbóreos (Anthus trivialis) y varias alondras comunes (Alauda arvensis). Creo que es la primera vez en mi vida que veo estos tres pájaros coexistiendo tan próximos.
- Lavandera boyera (Motacilla flava iberiae). Dos parejas. Esta lavandera ha desaparecido de muchas zonas agrícolas en la franja costera, donde ahora sólo resulta común en sistemas dunares y humedales.
Termino con una escena porno:
Como veis seis horas de campeo dan para mucho. Y el domingo volví a Moeche para comprobar si también habían llegado a Ferrol los alcaudones pero eso os lo contaré en el próximo capítulo.
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