venres, 26 de xullo de 2024

26/7/2024 Saliendo del túnel, poco a poco

     A punto de cumplirse dos meses desde el fallecimiento de Mari creo que ya estoy en la fase de "aceptación". Lo cual no quiere decir que el dolor haya menguado, pero al menos no está presente las veinticuatro horas del día como las primeras semanas. Aparece sobre todo cuando algo me recuerda a ella pero los momentos de "paz" son cada día mayores. 

  Para ir superando eso he decidido afrontar aquellas cosas que de alguna manera me traen los recuerdos, hasta que pueda llevarlas a cabo con naturalidad. Ayer me acercaba hasta unos multicines cercanos a Ferrol que había conocido por María. Le encantaba ir allí y ver películas mientras compartíamos las palomitas y la cocacola. Y a mí me encantaba estar con ella viéndola tan feliz.


  Solamente fui para ver como me sentía. Tampoco había ninguna película que me atrajera especialmente así que volví para casa. Y volví tranquilo, en paz conmigo mismo, como si me hubiese liberado de alguna pesada carga.

Mirando la cartelera

    Esta mañana tocó una prueba mucho más dura. En compañía de su hermano fuimos hasta Viveiro (Lugo), a un piso que ella había comprado. Tenía que recuperar algunas cosas que me habían quedado allí y mirar que estuviese todo en orden. No fue fácil. Especialmente al atravesar el umbral de la entrada y antes de marcharnos, cuando me senté en la cama para llorar un poco más. Pero volví entero e igualmente con una sensación de paz interior. 

   Mucha gente es alérgica a revelar cosas personales en las redes sociales, sobre todo las personas fuertemente materialistas o con un ego muy acusado.  Soy consciente de que hay ciertas líneas rojas que no debemos sobrepasar pero nunca he tenido mayor problema en abrirme emocionalmente antes los lectores de este blog. En lo bueno y en lo malo. Hoy tenía esa necesidad.

   La verdad es que estoy aprendiendo mucho de esta situación tan dolorosa. Entre otras cosas te ayuda a conocer mejor a la gente. Personas que deberían estar contigo o ser más compresivas no lo hacen; otras a las que no conoces tanto pero saben lo que estás pasando - en algún caso porque han sufrido algo parecido - resultan de una ayuda extraordinaria porque saben escuchar (no todo el mundo sabe). Por supuesto mis amigos de verdad, los de toda la vida, siempre estan ahí cuando los necesito (un abrazo, Fer!). 

 Termino con una foto especial. Una foto de María de los Ángeles en la playa de Covas, Viveiro. A pesar de haber recibido la peor noticia que una persona enferma pueda recibir (que le quedaban pocos meses de vida) era capaz de mostrar su preciosa sonrisa. Sonriamos, pues.

La tía de la vara

3 comentarios:

  1. Xabi, si sientes que hablar sobre tus sentimientos te ayuda, no dudes en hacerlo. De hecho, suele ser una buena terapia para cuando ocurren sucesos traumáticos e irremediablemente tristes, como éste. O sea, que ya sabes: no te cortes, si sientes la necesidad. Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Coincido con Jose Souza. Falar do que un leva dentro, sempre axuda. Grazas pola confianza de contalo no teu blogue. Pode que dentro dunhas semanas, tamén podas sorrir ao evocar o seu recordo.
    Unha aperta moi forte.
    Inés González

    ResponderEliminar
  3. Moisés Asensi Cabirta26 de xullo de 2024, 21:33

    Unha aperta enorme, e tes dereito a facer todo o que te consiga aliviar, aínda que sexa un anaquiño, a túa dor.

    ResponderEliminar

Para comentar es necesario identificarse con nombre y apellidos