Alimentando la estupidez

  En relación con el post de ayer pongo una foto publicada por un diario deportivo y realizada durante la fiesta de cumpleaños de Lamine Yamal, estrella del Barcelona y de la Selección española de fútbol.

  Se ha publicado mucho sobre esta fiesta, excesiva en todo para un chico que cumple sólo 18 años, por mucho dinero que tenga. "Ostentación de diamantes, oro y joyas", "chicas acompañantes...", "influencers", "contratación de enanos", "fiesta gánster",... En fin, como culé me avergüenzo de lo que está haciendo nuestra máxima estrella. Pero no es sino reflejo de nuestra juventud, aunque Lamine tiene muchísimo más dinero para costearse sus caprichos que los quinquis tatuados que me cruzo por la calle a todas horas y que parecen miembros de la "Mara Salvatrucha" o de "Latin Kings".

 Os confieso que tengo una fantasía respecto a esos energúmenos que todos los días bajan por la acera de la Estrada de Castela a toda hostia en su patinente eléctrico o en su bicicleta (casi todos morenitos de piel y con acento latino o árabe). Mi fantasía es que alguien abre de golpe un portal y el personaje se queda sin dientes. Os juro que si un día lo veo quedaría para aplaudir al vecino que lo interceptase.