luns, 9 de marzo de 2015

Cambios del paisaje. 1ª parte

     Sigo "pachucho" y apenas puedo salir al campo más que a dar un pequeño paseo al mediodía, algo que me está atormentando pues ya sabéis lo mucho que necesitaba disfrutar de estos días de sol tan esperados.
    Así que aprovecho la inactividad para publicar unas fotos históricas que estoy recopilando de Internet. Sus autores habrán muerto  en algún caso pero si a alguien le molesta que las comparta pues me avisa y las quito sin problema.

    Si algo me ha enseñado la vida es que las cosas ocurren por algo . Y en lo relativo a la fauna y flora pues pienso que si comprendemos los profundos cambios del paisaje que hemos tenido en Galiza, especialmente en su franja litoral, comprenderemos también la evolución que ha experimentado nuestra fauna. Las dos primeras fotos (Cabanas en la desembocadura del Eume y Celeiro, en la costa luguesa) son una buena muestra de los cambios del uso del suelo en los montes de la franja litoral. Aquel mosaico agropecuario tradicional se ha convertido en una espantosa alfombra de eucaliptos que, sobre todo entre los ayuntamientos de Valdoviño y Burela, pareciese no tener ni principio ni fin.

 Cabanas (A Coruña)

     El abandono del rural, el envejecimiento de la población, la comodidad y rentabilidad de su cultivo y el apoyo de la Xunta a su implantación son causas ya conocidas de este drástico cambio. Ahora ya no tiene solución (y si la tiene esa solución vendrá impuesta desde fuera probablemente)

 Celeiro (Lugo)

   Casi resultan exóticas estas fotos con las vegas fluviales llenas de prados de siega o fincas con centeno. Que me corrigan los que saben, pero imagino que el maíz ocupaba entonces muy poca superficie relativa sobre el total cultivado.

  Qué maravilloso habría sido disfrutar un paseo por la mañana observando las Tórtolas comunes (Streptopelia turtur), el Cuco (Cuculus canorus), el Escribano cerillo (Emberiza citrinella), la Alondra (Alauda arvensis), los Gorriones molineros (Passer montanus), la Codorniz (Coturnix coturnix)o el elegante Aguilucho cenizo (Cyrcus pygargus) que visitaría estos campos desde sus nidos en los tojales y brezales próximos. No sería raro ver cruzar el camino a esa fierecilla que se alimenta de pájaros carpinteros llamada Comadreja (Mustela nivalis). Hoy todas estas especies están desapareciendo o han desaparecido ya de la comarca ferrolana.

   El aumento de superficie arbolada, aún tratándose de un árbol alóctono como el Eucalipto, probablemente ha beneficiado a las especies forestales. Lógicamente aquellos paisajes tan abiertos (en donde se cazaba todo lo que se movía) no ofrecían el mismo refugio que nuestros montes actuales para la Marta (Martes martes), el Corzo (Capreolus capreolus) o el Jabalí (Sus scrofa). Y podemos suponer que  aves como los pícidos, córvidos o la Paloma Torcaz (Columba palumbus), adaptable como pocas, pudieron haberse visto algo favorecidas.  Desde luego paseriformes forestales como el Zorzal común (Turdus philomelos), la Curruca capirotada (Sylvia atricapilla) o el Camachuelo (Phyrrhula phyrrula) han aumentado sus poblaciones notablemente en los últimos veinte años. Eso lo he notado personalmente.
  Resumiendo y empleando lenguaje cinegético, se diría que ahora hay más "caza mayor" y menos "caza menor". En mi opinión, por lo tanto, un medio mucho más desequilibrado.

 Cedeira (A Coruña)

    Al respecto de la herpetofauna pues no sabría que decir. A los anfibios lo que más les afecta es el estado de los puntos de agua donde se reproducen y en el siglo pasado se han destruido muchísimos humedales; no sólo los más famosos de Cospeito o Antela, sino otros menos conocidas para el gran público, como las vegas del Sil en Valdeorras, que hoy serían importantísimos para la conservación del Sapo de espuelas (Pelobates cultripes) y del Galápago (Emys orbicularis). Aunque el motivo de la desaparación de muchos humedales proviene más bien del urbanismo descontrolado y de esa epidemia que son los polígonos industriales; el otro monstruo que ha arrasado nuestro medio natural sólo para convertirlo en espacios industriales asfaltados pero vacíos de empresas en muchas ocasiones (eso... como se llamaba...? especulación? corrupción?)

    Por otra parte, grandes extensiones de matorral bajo y "brañas" ("brezales húmedos", en gallego), muy favorables tanto para reptiles como para anfibios han sido transformados en eucaliptal a lo largo y ancho de nuestra geografía. Así pues, el balance para nuestros hérpetos es igualmente desalentador.

 Río Miño a su paso por Lugo

   Los cambios en la Galiza interior se han hecho esperar un poco más debido a los rigores del clima, que hacían un poco de parapeto frente al monocultivo de eucalipto; pero al final han llegado también. Con el Eucaliptus nitens ya no hay escapatoria. El futuro, queridos lectores, es realmente desalentador.

    Una última foto. Es la mismísima Estrada de Castela a su paso por el barrio de Faxardo, en la ciudad de Ferrol. No sé de qué año puede ser, pero calculo que puede datar de la primera mitad del siglo XX (años 30-40 como mucho).


   Porque años más tarde vendría "El Ladrillo". Antes las casas se hacían para que la gente pudiese vivir en ellas. Donde había una casa había una familia. Pero esa sociedad racional y sostenible ha pasado a la historia. Hoy el negocio de la construcción (baluarte del sistema de corrupción política y económica que asfixia nuestra sociedad) se ha encargado de sobredimensionar de manera monstruosa el parque de viviendas de nuestro país, que ahora probablemente darían para albergar a la mitad de la población de España. Se ha edificado donde se podía y donde no se podía, urbanizando tanto entornos agrarios como salvajes en una región como es Galiza ya de por si hiperhumanizada debido a la densidad y a la tremenda dispersión de su población. El Ladrillo ha sido el otro terrorismo ecológico de nuestra Galiza litoral, que ha hecho un daño difícil de cuantificar. Algún día esto se tratará con la gravedad que se merece.

  En fin, por lo menos ahora tenemos carreteras, internet, microondas, colesterol, omega 3, alimentos sin azúcar, alimentos sin grasas, alimentos sin gluten, alimentos sin... alimento, y por supuesto a Belén Esteban.

9 comentarios:

  1. Ola Xabi, a ver se melloras dunha vez...
    Só dous cousiñas nas que non coincido.
    Na miña opinión o Picapinos no rural de Ferrol baixou moito moito. Quizáis porque hai moitos menos Pinos. O Peto verde baixou algo, moito menos, pero penso que baixou.
    Nunha das miñas "ocurrenciás" comenteille a Xan Silvar que sería unha boa cousa chantar troncos secos no monte...

    A Capirotada non vexo eu que aumentara. Repito que falo do rural de Ferrol (Esmelle, Covas, Doniños, S.Xurxo) e tamén son "apreciacións", non datos.
    Saúdos
    Paco Girón

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  2. O peto, por desgraza está tendo unha boa fonte de arborado de alimentación e de aniñamento nos ameneiros afectados pola praga do ameneiro, sobre todo no Xuvia.
    Soamente hai que ver as marcas de alimentación e tobeiras, para comprobar isto.
    O que para o medio fluvial é unha desgraza, para un dos habitantes das ribeiras é unha benzón. A Natureza evos así ...
    En canto ós cambios da paisaxe, pois que decir. A economía impúxose á razón e nisto andamos. Dun modelo bastante sustentable, estamos do espantallo actual. Onde non producimos comida, porque é mais barato importala, e a que producimos vai da man dos usos intensivos.
    Cando Xabi usou as expresións cinexéticas fixo ben. Se isto llo conto ó meu avó, que case chora nos anos 80 cando se reintroduciron os corzos nos montes de Pedroso, non o cree nin cun lote de copas no peito ...

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  3. Bueno, Paco, o que ti dis non é incompatíbel co que digo eu.
    Primeiro de todo eu facía estas reflexións comparando a fauna actual coa que debeu haber na época das fotos, primeira metade do século XX vaia. Con respecto ao Peto real (Dendrocopos major) pois quizá nos anos setenta, coincidindo co repunte das repoboacións de Pinus pinaster/radiata por Ferrolterra puido darse un pico de abondancia da especie que, logo da transformación a Eucaliptus a finais dos oitenta e noventa, puido mudar a un descenso. Quizá se tratan de evolución locais naturais en especies tan dependentes do medio arbóreo. O caso dos Ameneiros enfermos que conta moi ben Eloi pode favorecer á especie a nivel local.
    Repito que falamos de tempos enteriores a ti e a min.
    Sobre a Papuxa das amoras (Sylvia atricapilla) pois aí si que discrepo contigo. Penso que non só aumentou con respecto a aquela época senón que se diría que seguíu medrando despois da eucaliptización.
    Durante as mostraxes do SACRE en entornos fortemente eucaliptizados de Valdoviño era case o único paserifome que aparecía xunto Carrizo e Azulenta. Ademáis adaptouse estupendamente aos parques e xardíns urbáns, sendo habitual en lugares insólitos de Ferrol, como a pequena Praza de Ultramar (que ti tamén coñeces ben) ou mesmo isletas da Avenida das Pías!. Recordo velas entrar mesmo nos talleres do asteleiro de Bazán. Na miña opinión é actualmente ún dos sílvidos máis representativos da nosa comarca (si non o máis). E vendo o grao de adaptación que amosa ao cativo sotobosque que medra nos eucaliptais ferroláns, podemos catalogala de auténtica triunfadora.
    Dubido moito que nos anos das fotos tivese sequera a metade da poboación actual

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  4. Xabier, que te mejores. Imagino lo que te fastidia no poder salir a disfrutar de la Naturaleza, que veo que para ti es algo esencial.

    Los desastres medioambientales tienen unas consecuencias inmediatas, pero, sobre todo, es a largo plazo cuando se comprueban los efectos perniciosos sobre la fauna y flora y el deterioro del entorno.

    No conozco esa parte de Galicia, pero te leo con interés.

    Un abrazo.

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    1. Hola, "Fanny" (Estefanía?):
      Esta parte de Galiza es la que más ha sufrido el monocultivo de Eucalipto, en un grado superlativo, debido a lo idóneo de su clima y del tipo de suelo, ideales para ese árbol. Dudo mucho que exista en toda Europa una región que haya sido más alterada en los últimos 50 años.

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  5. Hola Xabi:

    Se ha lapidado la mayor parte del patrimonio natural y cultural de Galicia en aras de un pírrico crecimiento económico. Si algún incauto pensaba en que a este pueblo le quedaba algo de coraje, ahí están las cada vez más abundantes plantaciones de E. nitens para mostrarle la lamentable y vergonzosa realidad.

    Como tengo más que asumida la despreciable idiosincrasia de este país, sólo espero que la extensión de la plaga hacia las zonas interiores se produzca en un marco temporal lo suficientemente dilatado como para poder disfrutar de lo poca naturaleza que vaya quedando hasta el fin de mi vida.

    ¿¡Las generaciones venideras!?....... ¡Bah!, el sustrato humano es de tan baja calidad que es imposible que pueda germinar una descendencia digna de merecer algo mejor.

    Un saludo,

    Daniel Pérez

    P.D. Parece que el precio de leerte la mente consiste en padecer tus mismos achaques de salud. A ver si mejoramos y el fin de semana que viene, la salud (y el tiempo anticiclónico) nos dejan disfrutar del campo. ¡Piedad para unos pobres cuarentones que poco más le piden a la vida!

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    1. Carallo, Daniel, e eu que parecía pesimista......

      O certo é que moitas das miñas reflexións e críticas (por veces sarcásticas) son un pouco para "compensar" a visión idílica e falaz que sobre esta terra e os seus habitantes se dá desde certos entornos. Pero no fondo o que busco con elas é que a xente chegue a ese ponto intermedio de obxectividade onde se acha algo parecido á verdade.

      Esta mesma semana imprimía un arquivo PDF sobre Humedais que editou a Xunta de Galiza (en perfecto castellano, tócate los huevos). Recordo unha frase que dí "Galicia es un inmenso espacio natural". Nin unha soa alusión aos parques eólicos que destruíron moitas turbeiras nas serras do norte, nin ás desecacións e polígonos industriais que arrasaron as depresións interiores. Según este libro todo é bonito e marabilloso polo visto. Nin un só atisbo de crítica medioambiental, tratándo como trata precisamente dos nosos humidais. Alucinante. É da Xunta, claro.

      A curarse Dani.

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    2. Jajajajajaja.......... "Galicia es un inmenso espacio natural"........ jajajajajaja......... ¡claro que sí!... ¡¡y el ojete de mi culo es el cráter del Ngorongoro!! ..........
      Si no fuera por lo estultos que son y por el daño que hacen, casi que me atrevería a decir que esta panda de garrapatas son, en el fondo, unos tipos entrañables.

      En fin....

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    3. Logo disto haberá que preguntarse logo qué cualificativos se deberan empregar para denominar as marismas do Danubio, os bosques pirenaicos ou as dehesas extremeñas.

      Pero imos quedarnos co bó. E temos a sorte de que Galiza aínda é un mosaico de hábitats e climas extremadamente variopinto que nos proporciona unha inmensa diversidade ecolóxica,.... altamente degradada.

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