martes, 9 de agosto de 2022

Novedades interesantes en el embalse

   Como era previsible la cosa migratoria empieza a ponerse interesante en el embalse de As Forcadas-Valdoviño (A Coruña). Seguimos con circulación de noreste pero hoy el tiempo se ha puesto tormentoso, con algún chubasco aislado y aparato eléctrico, todo bajo un bochorno considerable (este tiempo suele ser muy bueno para la observación naturalista).

   No menciono las aves acuáticas comunes como anátidas, rálidos o podicípedos porque me da vergüenza poner esas cifras ridículas. Vamos con las "limis" que están en un momento dulce dentro de lo que se espera en un humedal muy modesto y deteriorado como éste. Vaya por delante que no he cubierto la totalidad del embalse como hacía antaño. La instalación masiva de pastores eléctricos en los prados y la presencia de ganado vacuno en algunas orillas aconsejan no meterse en algunas de las mejores zonas para limícolas, como la ribera de Loiravella.

   Este mediodía, durante las 4 paradas realizadas observaba:

  • 1 Combatiente (Calidris pugnax). Es una de las especies glamourosas que visitan Forcadas en años favorables, siempre ejemplares solitarios.

Combatiente (Calidris pugnax)
  • 1 Agachadiza común (Gallinago gallinago). Puntuales a su cita anual. Sin duda es la limícola más común, llegando a contabilizarse varias decenas de ej. en momentos de paso o invernada fuerte.

Agachadiza común (Gallinago gallinago)
  • 8 Andarríos chicos (Actitis hypoleucos)
  • Un mínimo de 12 Andarríos grandes (Tringa ochropus). Especialidad de la casa. Con esta cifra bate el récord conocido por mí en el embalse, aunque quizá se deba a que simplemente ahora lo conozco mucho mejor que antes. Desde luego podemos afirmar sin exagerar que estos días resulta difícil no verlo u oírlo en la cola del pantano.

Andarríos grandes (Tringa ochropus)

  • 1 Andarríos bastardo (Tringa glareola). La auténtica delicatessen de Forcadas. No es la limícola más rara que se ha observado (que fue el archibebe patigualdo chico) pero podemos considerar su presencia como regular casi todos los años, aunque no lo haya detectado en 2020 y 2021, llegando a sumar un máximo de 4 ej en agosto de 2019. 

Andarríos grande (Tringa ochropus) y andarríos bastardo (Tringa glareola)

  En estas fotos pude fotografiar a las dos andarríos juntos. En ellas podemos apreciar muy bien el fuerte contraste blanco-castaño del grande contra el tono mucho más difuminado y casi uniformemente pardo claro del bastardo. A mayores y como rasgo diagnóstico el bastardo muestra una patente ceja clara, visible a mucha distancia.

Andarríos grande (Tringa ochropus) y bastardo (Tringa glareola, dcha)

  En vuelo, además del citado contraste podemos distinguirlos por el reclamo. Mientras el reclamo de alarma del grande es un potente "Chuu-í-chuí-chuí", el bastardo emite un más suave "Pi-pi-pi". 

Andarríos bastardo (Tringa glareola) y grande (Tringa ochropus, de espalda)

   Por desgracia el nivel hídrico sigue bajando y eso hace la aproximación a las aves muy complicada, pues debes abandonar la cobertura de los sauces e internarte en los fangos y espadañales, así que te ven en seguida. Es una pena que justo este año el nivel esté tan bajo, porque tengo la sensación de que puede ser un paso histórico con la sequía tan anormal que hay en Europa. 

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