martes, 6 de xuño de 2023

Despedida de "mis" alcaudones

 El alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio) es, sin duda, uno de los pájaros más esperados por los ornitólogos aficionados en Galiza. Han llegado a mediados de mayo y ahora ya están instalados en sus territorios de cría, siendo rara la observación de individuos migrantes pues su ruta migratoria no pasa por la península ibérica.

Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio) macho

   Desde hace años tengo controladas varias parejas que vuelven siempre a los campos de Casalousada, Moeche. Un lugar que hasta hoy venía siendo mi "local patch", o sea, el lugar de pajareo más visitado.

Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio) macho

    Voy a echar de menos mis alcaudones, pero también los mirlos, los zorzales comunes, los pinzones vulgares, los mosquiteros ibéricos, los chochines, los petirrojos, los agateadores, los jilgueros, los escribanos soteños o los verdecillos comunes que siempre me acompañan en mis paseos por Moeche. También los escribanos trigueros, que este año han invadido los campos de nuestro país, huyendo de los calores mesetarios.

Escribano triguero (Emberiza calandra)

"Mirla" común (Turdus merula) con material de construcción del nido

Pareja de verdecillos (Serinus serinus)

  También echaré en falta las muchas mariposas y caballitos del diablo que me suelo encontrar en los bordes del camino.

Calopteryx virgo, macho

  Y los echaré en falta porque no vale la pena volver por allí. Me llega lo que tengo en casa (una grave enfermedad sin cura de mi pareja) para tener que aguantar a los de siempre:


  A la mujer no le dije nada, pero al energúmeno de la siguiente foto se me ocurrió indicarle qué dice la ley. A quién se le ocurre...

Australopithecus caminando por su territorio

  Hace tiempo un sinvergüenza insinuó en el foro de Galiciaves que los problemas que yo tenía con los mascotistas eran fruto de mi carácter y mala educación. Ni que decir tiene que ese personaje (que sigue en el foro porque "cumple las normas") no me conoce en absoluto. Intentaré transcribir un extracto de la conversación que tuve con el homínido de la última foto de la manera más fiel posible (la conversación original fue en gallego pero la traduzco):

Yo: - Perdone, ¿sabe que tiene que llevar el perro atado en la vía pública?

Homínido: -¿Y qué?

Yo: - Pues que está en una vía pública

Homínido: -¿Y qué?

Yo: - Pues que tiene que atarlo con la correa

Homínido: - Vete al carajo!

Yo: - Oiga, ¿por qué me falta al respeto?

Homínido: - Vete a tomar por el culo

Yo: - ¿Pero por qué me insulta? Yo le estoy hablando educadamente.

Homínido:-  Si no te gustan los perros te jodes ¿Te ha hecho algo el perro?

Yo: - Yo tuve perro, pero no me gusta que se me acerquen perros desconocidos.

Homínido: - Pues a mi no me gusta que tengas el coche ahí aparcado.

Yo: - Ya, pero es que legalmente puedo tener el coche ahí.

Homínido:- No vengas a la aldea a tocar los cojones, payaso! (muy agresivo)

Yo: - Oiga, y si le denuncio?

Homínido: - Pues denúnciame. Vete a tomar por el culo! (se va caminando repitiendo todos los insultos anteriores)

  En fin. El problema, querido lector, es que este energúmeno NO es un caso aislado. Este delincuente representa lo que me encuentro en el 90% de los casos en que se me ocurre decir algo. Y el problema ya no son ellos, sino vosotros. Sí, tú que me estás leyendo pero que este fin de semana vas a estar con tu coleguita que lleva el perro suelto pero al que no le dices nada porque no es tu guerra. Pasó lo mismo cuando el auge del nazismo en Alemania. Siempre hay una legión de cobardes que amparan, justifican o disculpan las ideas o comportamientos filo-nazis. Y ahora sé que mi país está lleno de cobardes e hipócritas.

6 comentarios:

  1. Boas Xabi, lamento moito ese problema no persoal e tamén o "encontronazo" que nos contas. Fai o que queiras, só faltaría, pero eu non abandonaría tan rápido as visitas ao teu lugar de campeo. Creo que non debemos ser nós, senón eses cafres, os que queden na súa casa. Os cans están por todas partes, e soltos, son demasiados, son lexión, pero eso non debe facernos abandonar porque os que estamos defendendo a biodiversidade somos nós.
    E facer entrar en razón a un/unha dono/a de can é misión imposible, sempre terán máis que dicir, e por suposto, o insulto a flor de pel. Como eles campan ás súas anchas por todo o territorio sen que ninguén (ou case ninguén) lles diga nada, como nunca levan unha sanción por levar o can solto onde non poden, pouco a pouco vai xurdindo neles a conciencia de que son os amos do territorio (algo parecido ao que deben pensar, ao seu xeito, os seus cans).
    En fin, que che mando moito ánimo e que espero que nos sigas deleitando cos teus posts.
    Unha aperta

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    1. Opa, Miguel. O blogue seguirá, por suposto (condicionado polo tema personal). Pero seguramente xa non volte por aquela zona onde, por certo, tamén hai unha louca que leva un rotweiller solto. Unha mágoa, porque me levo moi ben con varias persoas do lugar que sempre falan conmigo e me contan da xente. E me informaron do fulano da foto, un auténtico imbécil de manual. Por certo que todos os que levan o can solto por aquelas pistas (tres persoas) son "venideiros", chegados de fóra de Moeche.
      Se non me custou abandonar A Frouxeira (as visitas que fago agora son excepcionais) non me vai custar deixar de ir aos campos de Moeche. Eu necesito tranquilidade, non soportar eses masconazis de merda. E, como dixen, preocúpame máis a complicidade de moitos "paxareiros". Cada vez son máis os que saen ao campo cos seus putos cans. E non pasa nada. Vémolo como "normal". En fin...

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  2. Xabi sinto moito o da tua parella e comprendo ben a tua necesidade de paz. Por aquí teño a sorte de casi todos levan os cans atados. Unha aperta.
    Pedro Cruzado Díaz

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    1. "Casi todos" parecerácho a ti. Eu un día cruceime cun delincuente que levaba dous pit-bull soltos polo camiño da ribeira. Será a excepción. Unha excepción que pode matarme, pero os cans teñen dereito a desfrutar da natureza, disque.

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  3. Juan Quintián Candamil9 de xuño de 2023, 12:46

    Buenos días, esto no tiene nada que ver con nazis, que esos los hay en todo el espectro ideológico. Que España es un país de cobardes es un hecho, no de ahora, sino de siempre. En el tema canino, muchos dueños siguen haciendo lo que les da la gana porque ven que no hay sanciones de ningún tipo. Esos miserables que llevan el perro suelto, no atienden a razones, salvo que un agente les sancione, entonces se o pensarían dos veces. He tenido agarradas con dueños y sé muy bien que saltan como posesos (con más saña las mujeres), no admiten que les digas lo básico, o sea, que el can no puedo ir suelto. Del insulto pueden pasar a la agresión física en un santiamén. Yo soy corpulento y conmigo se suelen cortar a la hora de intentar pasar a lo físico, pero claro que he recibido insultos. Hay dos opciones, o pasar o escalar. Yo he optado por seguir diciéndoles lo que se debe hacer y no hacer caso a los improperios. A veces ni me contestan y si lo hacen con insultos, no me lo tomo como algo personal. Que sepan que hay gente que les protesta, eso puede hacer que se lo empiecen a pensar. Lo que sí he detectado, me muevo bastante, es que cada vez hay más personas que no se callan y les recriminan sus actitudes incívicas.

    Por cierto, los malnacidos saben muy bien que si los meten en zona de monte, está el jabalí, por tanto, da dar por saco en los lugares públicos, donde cualquiera puede ir caminando por allí.

    No hay que perder la esperanza, llegará un momento en que se vendrán las sanciones, porque la población está hasta los narices de no poder ir por ningún lado sin que un perro que no conoces, ni tienes que conocer, se te acerque suelto.

    Saludos.

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  4. Ángel Pedrero Dopico9 de xuño de 2023, 15:21

    Muy buenas:

    Como dice Juan, nunca callarles, encima que les sale gratis el incivismos, no se va a poder decirles nada, lo que nos faltaba. En mi caso también he pasado momentos agresivos por parte de esos mierdas, que no respetan a nadie y que se te encaran con una violencia inusitada, no todos, algunos te escuchan y se callan, pero la mayoría ladran más que sus perros, que si pudieran hablar, más de un can les diría a sus dueños que cumplan con las normas.

    Es loable que Xabier no se calle y siga -de vez en cuando- poniendo los puntos sobre las íes en ese tema que afecta a muchísima gente. También me he dado cuenta de que ya no todo el mundo se calla, como debe ser.

    Saúdos.

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