Tiempo de esperanza

   Hola de nuevo, "bichistas". Como véis seguimos aquí, aunque con poco tiempo para bichear pues en estos momentos tengo una única prioridad: la salud (y la vida) de mi compañera, María. Porque las noticias recibidas el mes pasado fueron las peores que un enfermo puede recibir.

   Sin embargo ahora la oscuridad deja paso a la luz. Todo gracias a la Fundación Galicia Verde y al doctor Enrique Banet, que nos ha devuelto la esperanza (un abrazo a ti y a Cris). Una visita que aprovechamos para conocer la zona de Forcarei, en el interior montañoso de Pontevedra:

Montes de Forcarei (Pontevedra)

  La visita fue de tipo "turístico-médica" pero dio tiempo a tomar algunas fotos.

Paisajes de Forcarei

   El viernes dejé a María en el hotel y madrugué mucho para visitar el famoso "Monte das Rabadeiras", próximo a las Brañas de Xestoso. Este escribano cerillo me recibía aún de noche descansando en la carretera.

Escribano cerillo (Emberiza citrinella)

OM-1 + Zuiko 100-400 mm   ISO16.000   V:1/ 100   F:6,3

  La verdad es que esperaba mucho más de As Rabadeiras. Vi bastantes pajarillos comunes pero hubo notables ausencias de aves que contaba ver (alcaudones dorsirrojos o aguiluchos cenizos). Tampoco conocía la zona y eso influye.

Curruca rabilarga (Curruca undata) juvenil

  Casi vi más cosas en las huertas de la Fundación, todo un ejemplo de sostenibilidad y productividad.

Lagartija de bocage (Podarcis bocagei), macho

Mantis religiosa, ej recién nacido (foto recortada)

Samsung A52  ISO:25   V:1/1100   F:1,8

Pyrrhosoma nymphula

  Precisamente en uno de los estanques que poseen avisté, por primera vez en mi vida, lo que parecía una hembra de Libellula depressa. Fui corriendo al coche a por la cámara pero ya no volví a verla. Desde la propia Fundación observé luego un abejero europeo (Pernis apivorus) también cuando iba sin óptica.

  Pero la mejor observación fue sin duda un probable armiño (Mustela erminea), observado fugazmente mientras atravesaba una pista en su hábitat típico muy cerca de la capitalidad del municipio. Paré el coche e intenté relocalizarlo pero era ya una tarea imposible. Me quedé sin foto y sin certeza en la identificación, aunque al tamaño, aspecto (aun a contraluz) y, sobre todo, la forma de desplazarse corriendo parecían bastante evidentes.

Dedalera (Digitalis purpurea)

  En fin, un pequeño viaje que nos ha devuelto la sonrisa.

Fervenza de Quintilláns

 Y precisamente terminamos con mi sonrisa favorita:

María de los Ángeles Lago Gómez

  Seguimos aquí!