Yo no soy un "influencer" de esos que viva de los likes y de los comentarios, pero reconozco que es un poco deprimente la falta de comentarios cuando publicas entradas casi a diario y (según blogger) tienes unas 400-500 visitas al día, que se disparan por encima de las mil en momentos puntuales. Y con contenidos mucho mejores que los que subía hace diez años. Supongo que es el pago por ser como soy, por pensar lo que pienso y por decir lo que digo, que no es plato de gusto para mucha gente.
Abejorro (Bombus terrestris o sim.) OM-1+ Panasonic 100-300 f:5,6 ISO:3200 V:1/250 F:5,6Precisamente este fin de semana se cumplirá el vigésimo primer aniversario de la muerte de mi padre, que entró en coma agarrado a mi mano mientras yo conducía con la otra todo lo rápido que podía hacia el hospital, donde ya falleció. Aun encima y por torpeza de los médicos me vi obligado a darle yo la noticia a mi madre (a la que vería morir "en riguroso directo" diecisiete años después tras una triste agonía de varias semanas).
Cuento todo esto porque algunos somos como somos porque la vida nos ha dado muchas bofetadas. En esta sociedad de cristal y zombies del móvil en la que puedes escribir sin comas ni signos de interrogación y no pasa absolutamente nada pero debes mantener un escrupuloso respeto por la identidad de género o etnia en el lenguaje o el respeto a las mascotas, algunos somos intrusos, seres extraños, parias, reaccionarios.... Iros a la mierda, anda! que diría el gran Labordeta.
En fin, a lo que iba. Que no todos los días son fiesta en Moeche. Las fotos bonitas de marta tienen detrás un trabajo de muchísimas horas de espera, a menudo sumamente aburridas, que no salen en el blog. A veces suena la flauta y te encuentras una marta "vegana" comiendo cerezas o a toda la familia, pero lo habitual es verla corriendo lejos o encontrar sus cacas.
Siento el tono un poco tétrico de este post. Son fechas de muchos recuerdos, mientras estaba en el tanatorio velando el cuerpo de mi padre, con mi madre deshecha por el dolor y el humo de las hogueras de San Juan flotando en el aire.
Buenos días, la gente suele ser reacia a comentar y si ve que hay que poner nombre y apellidos, más, jejeje.
ResponderEliminarSolamente cuando hay temas polémicos, como la peste mascoteira, es cuando se animan y escriben. Por cierto, siguen metiéndolos en playas, incluso con la prohibición desde este mes...
Te has granjeado la enemistad de los miserables que quieren hacer lo que les da la gana e incluso de naturalistas contaminados por el incivismo mascoteiro.
Un saludo.
Olá, Roberto.
EliminarNon cabe dúbida que nests tempos a actitude inequívocamente humanista e anti-masconazi que temos persoas coma ti ou coma min acarrea consecuencias no seguimento do que publicamos. Tamén hai que dicir que as novas xeneracións non che son moito de "bloguer", un mundo que consideran obsoleto.
Sobre a túa última frase, pois non che falta razón. O inimigo na casa.
Apertas.
PD: Moi dacordo con todo o que comentas sobre o masctotismo pero este é un blogue naturalista. Agradecería que escribiras cousas referentes aos contidos habituais.
Hola, tienes razón.
ResponderEliminarPlanteo el tema del lobo, ahora que los tenemos muy cerca y que hace nada pusiste una entrada sobre el asunto lobuno.
¿Cómo ves el difícil equilibrio entre preservar al lobo sin olvidar a los dueños de animales que tienen pérdidas muy grandes?
Aparte de medidas preventivas como cercados eléctricos, ¿Indemnizar de manera justa por parte de la Xunta? O sea, por parte de todos.
Carallo coa preguntiña... Non é un tema sinxelo. Eu escoito/leo todo o que se publica e sigo sen ter clara a cousa. Como xa comentei no blogue a eliminación dalgún exemplar de lobo descastado e poblemático non debería supor problemas de conciencia para o ecoloxismo. O máis importante é conservar as mandas, coa sua riqueza xenética e a súa capacidade para capturar presas naturais, coma corzo ou porco bravo.
EliminarÉ un tema moi delicado. Coñezo gandeiros que perderon becerros ou poldros, cunhas axudas da Xunta extremadamente lentas e cutres. Seguramente eles terán unha visión diferente.