Como es natural ayer pasé el día sumido en la más absoluta desolación, llorando mucho (porque es muy necesario) y contestando mensajes. Uno de esos mensajes era de Álvaro Pérez, pero no tenía nada que ver con lo sucedido en el hospital, de lo que era desconocedor, sino para informarme sobre esta observación publicada en iNaturalist. Nada más y nada menos que un armiño (Mustela erminea) en Lamas, San Sadurniño, a sólo 2 Km de mi local patch de Moeche y a unos 15 Km del centro de la ciudad de Ferrol.
Por la noche, tras pasar el peor día de mi vida, sentí ese mensaje de Álvaro como una señal del Destino para no caer en una dinámica negativa. Al amanecer una fuerza invisible me cogió por los hombros y me levantó. Una voz interior me gritó: "espabila y actívate!!". Pensé que debía salir a oxigenarme cuanto antes para no ahogarme en la depresión y puse rumbo a Lamas.
Cuando has sido naturalista toda la vida tu cuerpo es capaz de caminar por el campo aunque la mente vaya divagando. Me consta que otros colegas han pasado por lo mismo. El dolor seguía presente en mi corazón pero algo me impulsó a realizar transectos por la zona donde se había dado esa observación extraordinaria el pasado viernes.
La zona supone un hábitat óptimo para el armiño, con numerosas praderas de pasto, setos vivos y un río. No controlo del tema pero la diversidad botánica en algunos campos era notable y con bastante probabilidad haya rata de agua (Arvicola sapidus) una de las principales presas del armiño.
Pues así terminamos este post terapéutico. Es increíble lo que puede hacer el cuerpo por simple rutina, aunque la mente esté sufriendo una tormenta emocional. Supongo que es el pequeño "superpoder" que tenemos los y las naturalistas. Superar lo insoportable gracias al contacto con la madre Naturaleza.
Cómo me alegro de saber que algo tiró de ti en estos momentos tan tristes. No cabe duda de que esta pasión nuestra tira como "maroma de barco", parafraseando un refrán un poco basto. Hace muchos años también a mí me salvó esta bendita afición, en un momento emocionalmente negro de mi vida. Concéntrate en ello, meu. Por lo demás, qué decir: una estupenda cita. La vida es extraña...
ResponderEliminarGrazas, Jose. A cita é extraordinaria, sen lugar a dúbidas.
EliminarSaudos Xabi
ResponderEliminarcreo que chegada unha idade todos xa temos pasado algún momento difícil, non sei si che axudará pero, eu sempre penso no que lle gustaría ás persoas que xa non están connosco. Seguro que querrían o millor para nós, que disfrutásemos e tratásemos de tirar para adiante. Iso non quita de que teñamos momentos de baixón, é normal e o lóxico para levantar cabeza, moitos ánimos.
apertas
Grazas por comentar, Emilio. Como ben dis chega unha idade en que as malas novas son recorrentes.
EliminarUn abrazo.
Tes toda a razón, parece cousa do destino que esta nova xurda precisamente agora.. Tanto tempo buscandoo e é precisamente agora cando che manda un sinal para que continúes.
ResponderEliminarAgora toca confirmar esa cita.
Un abrazo.
Talmente, Rober. Porque eu xa me conformaba coa delonciña, pero non imaxinaba que aínda quedaran armiños por aquí. Unha cita excepcional. Ti estén atento á cámara de fototrampeo que tes, porque o lugar desta observación está a menos de 700 m da casa dos teus pais en liña recta (pola pista que baixa desde a igrexa e logo de cruzar o río, xunto a unha finca con un mastín branco que ladra en canto te achegas).
EliminarUn abrazo.
Moito ánimo, Xabi. Unha aperta moi grande.
ResponderEliminarMiguel A. Fernández
Moitas grazas, Miguel.
EliminarOutra aperta.