Pero este no es un blog personal sino un espacio para la divulgación de la Naturaleza. Y lamentablemente el presente de nuestro medio es tan gris o más que mi experiencia personal. Salir al campo, especialmente si te limitas a la comarca de Ferrol, se convierte en un tormento para el observador naturalista que tenga un mínimo de sensibilidad conservacionista.
Afotando en mi laguna
Autor foto: José Luis Lorenzo "Colón"
Me dice el amigo Damián que "Eucaliptizacion" ha quedado cuarta en un concurso para la palabra del año en Galiza, pero en Ferrolterra es ganadora por mayoría absoluta. El proceso de destrucción medioambiental más grave e irreversible que puede concebir el ser humano (afecta al suelo, al agua y a la biodiversidad) está sucediendo aquí y ahora.
Por otra parte la caída de la hoja en los pocos árboles caducifolios que nos quedan muestra ahora que los nidos de Avispa asiática (Vespa velutina) son ya parte del paisaje, como el somier cerrando la finca, las hierbas de las Pampas al borde del camino, el edificio a medio hacer con ladrillo a la vista o los perros sueltos asustando a las aves en un espacio natural.
De los mascoteros y la peste canina ya prefiero ni hablar. Es como enfrentarse al mafioso que tiene comprada a la policía (a la Administración, en este caso, que mirará para otro lado cuando infrinjan la ley). Han acabado por privatizar los espacios naturales, convertidos ahora en auténticos "canódromos" para uso y disfrute de sus perros, incumpliendo cuanta normativa legal haya (en las zonas RAMSAR o con cría de Chorlitejo patinegro es directamente terrorismo ecológico).
Ya son mayoría en todos los ámbitos de la sociedad, sean comunidades de vecinos, asociaciones de toda índole, foros ornitológicos, grupos de facebook, organizaciones políticas, asociaciones de padres de alumnos, y también, por supuesto, entre los lectores de este blog. E irán a más hasta alcanzar ese ratio deseado por el lobby de un perro por familia.
Es una batalla perdida. Pero hay que mirar para delante y seguir como se pueda. No queda otra.
Paseando por Ortigueira
Autor foto: Juan Gomez Escariz
Pero 2017 también tuvo sus cosas buenas, especialmente en lo relativo a la ornitología. Trabajando para el Atlas de aves nidificantes de la SEO he tenido la suerte de disfrutar algunos descubrimientos muy interesantes en las cuadrículas que tenía asignadas. Quizá me quede con el retorno del amenazado Escribano palustre (Emberiza schoeniclus) a la laguna de Doniños y con la confirmación de cría de Gorrión molinero (Passer montanus), un humilde pajarillo que prácticamente ha desaparecido de nuestra tierra en estas últimas décadas.
Gorrión molinero (Passer montanus) con ceba para pollos
Y me despido de vosotros en este 2017 con un perro; sí, habéis leído bien. Pero se trata de un perro de verdad, no de una maldita mascota.
Mientras realizaba el seguimiento a uno de los gorriones molineros, este perro pastor (escocés, creo) me demostró que cuando se lleva en los genes da igual controlar ovejas en la montaña navarra que gallinas en una aldea de Narón.
Además fué muy cariñoso conmigo cuando me acerqué, sin ladrar ni molestar, como hacen muchas de las consentidas mascotas de ciudad. Un perro de verdad, trabajando en su sitio. Cosa linda.
Buena gente.
Feliz 2018.