Seguidores e seguidoras

lunes, 14 de octubre de 2019

Bichos "vintage": Villafáfila - Febrero 2012

NOTA: Después del último post tan pesimista conviene animar un poco al personal con esta entrada publicada en 2012, ahora revisada y re-editada. A modo de curiosidad, todas las fotos del viaje fueron tomadas con equipo reflex.

VILLAFÁFILA,  FEBRERO-2012. AVES TERRESTRES

 El viernes, aprovechando un día libre que tenía, volví a Villafáfila.  Por desgracia, las aves estaban muy desconfiadas y muchas de ellas levantaban a mucha distancia. Ciertamente la fotografía estaba complicada con mi modesto Tamron 70-300. Supongo que la pasada temporada de caza tiene algo que ver con este notable nerviosismo de la fauna.

 Nada más llegar, estuve mirando si habían llegado los primeros Cernícalos primillas (Falco naumanni) pero todos los que identifiqué eran C. vulgares (F.tinnunculus), como este macho.

Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus)
Canon EOS 500 + Tamron VC SP 70-300

 Los palomares son uno de los elementos visuales más característicos de la zona.

Palomar en Otero de Sariegos

 El busardo ratonero (Buteo buteo) es aquí ave más de suelo que por tierras gallegas. La falta de posaderos obliga a controlar desde tierra.

Busardo ratonero (Buteo buteo)

 Otros prefieren planear cual cometas mecidas por el viento. El Milano real (Milvus milvus), hermosísima rapaz, tiene unas alas y cola muy largas, necesarias para un predador que permanece en el aire durante casi todo el día.

Milano real (Milvus milvus)

 Aunque a veces se posa. Por el lugar escogido parece querer insinuar algo al fotógrafo.


 No hay visita a Villafáfila que no depare el avistamiento de numerosas Perdices comunes (Alectoris rufa).  En la costa Norte gallega es actualmente un ave muy escasa por falta de hábitats. Por ese motivo siempre resulta una observación agradable de tener cuando voy hacia el Sur.


 Estas corrían como si las llevara el diablo...

Perdiz común (Alectoris rufa)
Canon EOS 500 + Tamron 70-300 VC SP

  Un Aguilucho pálido (Circus cyaneus) podría ser ese diablo. A lo largo de la jornada ví varias hembras y este precioso macho:

Aguilucho pálido (Circus cyaneus)

  Agruparse bajo un gran Álamo parece una buena forma de refugiarse, mientras pasa el peligro.


 Aunque las limícolas están normalmente asociadas a las zonas húmedas, hay varias especies habituales de la estepa cerealista. El Chorlito dorado (Pluvialis apricaria) es una de ellas. En total sólo observé 22 ejemplares por la reserva en todo el día (18+4). Una cifra muy pobre para estas alturas del año.

Chorlitos dorados (Pluvialis apricaria)

 Igualmente, también saqué números ridículos de Avefría (Vanellus vanellus). Éste de la foto fué quizá el bando más "numeroso", por llamarlo de alguna manera.

Avefrías (Vanellus vanellus)

 Otro personaje omnipresente en Villafáfila es el simpático Mochuelo (Athene noctua). Rapaz nocturna... pero no tanto. Es habitual ver ejemplares tomando el sol de la mañana desde alguna edificación humana...


..o desde cualquier amontonamiento de piedras..

Mochuelo común (Athene noctua)

  En esta época del año, la Tierra de Campos es más bien los "Campos de tierra" (creo que fué Antonio Machado el autor de la célebre frase).


 Las gentes de Ferrol me han preguntado en muchas ocasiones cómo me puede gustar aquello pero ciertas cosas sólo se explican a través de la emoción y del sentimiento.


 Además están "ellas": las aves. Porque en Villafáfila las aves son protagonistas absolutas de la película, dada la descomunal riqueza y diversidad que existe. En otros lugares destaca la riqueza botánica (en las fragas gallegas, por ejemplo), la herpetológica (valles térmicos de Ourense) o todo en general. Pero en Villafáfila el resto de los grupos zoológicos o botánicos tienen un interés claramente menor al de la pluma. Y la reina de las aves es, por supuesto, la Avutarda (Otis tarda).


 Son éstos lugares de horizonte infinito, quebrados ocasionalmente por los pequeños oteros y montes del horizonte como éstos del Raso de Villalpando. Hábitat perfecto para que la Avutarda disponga de espacios abiertos y con escasas molestias humanas.



 Vistas de cerca, son aves de una espectacularidad asombrosa. Especialmente los machos, que dentro de poco empezarán sus fantásticas ceremonias de cortejo.

Avutardas (Otis tarda)

 Cuando pasan volando cerca de tu posición, con su aspecto pesado y majestuoso, dan ganas de tirarse cuerpo a tierra.


 Los caminos y pistas parecen no tener principio ni fin.


 La luz del atardecer me proporcionó una estampa maravillosa, con la mezcla del dorado de los campos y el cielo cubierto, con su aspecto plomizo.


 Y entonces sucedió lo mejor de la jornada.

 Aunque hace ya bastantes años que conozco Villafáfila, nunca había tenido una identificación clara de Calandria (Melanocorypha calandra), un aláudido abundante en invierno pero escaso como nidificante. Por eso fue un gran momento cuando detecté una Calandria cantando desde el suelo, en unos campos al sureste de la Bamba.


 Estuve media hora petrificado, mientras dos machos de Calandria cantaban en vuelo a gran altura sobre mi cabeza, mientras se retaban para ver cual de ellos cantaba mejor.


 Aunque las fotos no son demasiado buenas, podemos apreciar claramente algunas características diagnósticas de la especie, como la parte posterior blanca de las alas, la mancha negra del cuello (casi en forma de collar), la cola corta o la cabeza y pico grandes.


 Probablemente uno de los motivos por los que nunca la había identificado fué la confusión derivada de su canto. Había escuchado antes otras aves que imitan el canto de otras especies, pero nunca jamás con la riqueza y variedad sonora de la Calandria.

 En esta media hora los dos ejemplares que volaban sobre mi imitaron reclamos o cantos de: Cernícalo, Vencejo!, Alondra, Bisbita común, Golondrina, Abejaruco, Jilguero (canto completo, interpretado de modo magistral), Pardillo y Triguero. Probablemente casi todos ellos ejecutados por la misma Calandria, que permaneció más tiempo en la zona. Impresionante!!

Calandria (Melanocorypha calandra) en vuelo de canto

 Por si fuera poco, cuando eran las siete de la tarde, casi en el crepúsculo, tuvo a bien acercarse a saludar un búho campestre (Asio flammeus). Aquí si que he tenido que recurrir al photoshop, dada la oscuridad reinante en ese momento.


 Mayoritariamente es un ave invernante en los páramos y campos de la zona, aunque en 1994 se confirmó la nidificación de varias parejas dentro de la Reserva de Villafáfila ("Guía de las aves de Villafáfila" J. Sanz-Zuasti, T. Velasco, C. Sánchez, 1997).

Búho campestre (Asio flammeus)

 Justo a continuación escuché los reclamos característicos de la Ortega (Pterocles orientalis).  A cierta distancia, sus reclamos en vuelo recuerdan mucho a los bufidos de un caballo. Un grupo de tres ejemplares pasó cerca de mi posición, probablemente para beber en un encharcamiento cercano. Después pasaron otros grupillos más (en total... 3 + 2 + ?)

Gangas ortegas (Pterocles orientalis)

Y para acabar la fiesta, un bando de unas 70 Grullas (Grus grus) pasó volando rumbo a sus dormideros de la Salina Grande, que era la única de las dos mayores que tenía agua. Mientras volaban no paraban de emitir su típica llamada, que probablemente le ha dado nombre: gru-gru-gru-...


 Si alguien me preguntara "cómo quieres que acabe la jornada?" difícilmente habría escogido otra manera mejor para finalizar esta irrepetible tarde en la estepa zamorana.

Grullas al anochecer (Grus grus)

 Bueno, os espero en el siguiente capítulo.

2 comentarios:

  1. Moi boa entrada, Xavi, coma sempre. Ao final unha xornada inolvidable, supoño.
    Xa hai anos que eu tamén visito Villafáfila, alomenos unha vez ao ano (se podo dous), normalmente no Nadal ou no verán. E cada vez que vou as cousas son distintas, pero sempre se ve algo interesante. De feito acabo de estar alí hai dúas semanas, antes de que caeran as primeiras chuvias, e o panorama era desolador con todo completamente seco e a 26º. Espero que caera suficiente auga para que o ecosistema se recupere, aínda que esta escasez de auga outonal, supoño, pode afectar á invernada.
    Polo ben de Villafáfila e dos que amamos este sitio, espero que non.
    Unha aperta.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Perdoa que non te contestara antes, Miguel (teño a patrona no hospital outra vez). Villafáfila adoita estar seco até Novembro-Decembro, agás anos chuviosos. Esta semana caeron uns 30 litros (sigo sempre o seu estado desde a páxina de AEMET), algo que é insuficiente para encher as lagoas. Sen embargo a dinámica climatolóxica deste Outono semella favorable para que empecen a entrar precipitacións por aló. Se seguimos así é posible que a mediados de Novembro as lagoas principais estean ben.
      Apertas
      PD: Legalmente tes todo o dereito a poñer o te nome con minúsculas e sen tildes pero agradecería que escreberas o meu nome correctamente. Si, son moi raro.

      Eliminar

Para comentar es necesario identificarse con nombre y apellidos