Se me está quejando el personal porque últimamente tardo mucho en actualizar el blog y tienen razón. Por una parte mis últimas salidas han resultados bastante tristes y por otra estoy atendiendo un asunto personal así que no tengo demasiado tiempo para estar en el ordenata. Pero tengo unas fotos de estos días que paso a publicar.
Por desgracia cuando vives en este agujero negro de la biodiversidad europea que es el extremo N gallego muchas veces no tenemos aves para observar, dado el lamentable estado en que están nuestros montes y valles. Así que toca explorar nuevos lugares donde podamos hallar alguna de esas especies que caminan directas hacia la extinción.
Campos helados de Moeche (2/04/2022)
Tras una temporada invernal excepcionalmente benigna (sin grandes episodios de lluvia, heladas o temporal marítimo) abril ha empezado con una ola de frío en Europa Occidental. Las estaciones meteorológicas más frías de Galiza - en la continental provincia de Ourense - han alcanzado hasta 8 a 9 ºC bajo cero. Aquí en Ferrol no ha sido para tanto pero el día 2 los campos de Moeche me recibían con una helada bastante fuerte para estas fechas.
Camino en mi local patch de Moeche (A Coruña)
Allí la cosa ornitológica está aún bastante apagada. Por aquello de pasar más frío, al día siguiente me acerqué hasta A Terra Chá, en el interior de Lugo. En este caso además del frío pude "disfrutar" del viento, la lluvia, el agua-nieve y una sensación térmica más propia de enero que de abril.
En A Veiga de Pumar, Castro de Rei (Lugo)
Las aves invernantes como chorlitos, zorzales o estorninos pintos han marchado y aquellos espacios abiertos chairegos parecían más vacíos de lo habitual. Los brutales cambios agrícolas tienen mucho que ver. Donde antes crecían campos de pasto, cultivos de cereal o parcelas de tojal/brezal atlántico son ahora una alfombra uniforme de maíz o hierba para forraje del ganado.
Paisaje típico de A Terra Chá (Lugo)
Eso y otros factores han propiciado la extinción o casi-extinción de algunas de las especies más emblemáticas de la zona, como el alcaraván, el sisón, el avefría o los aguiluchos cenizo y pálido. Por citar sólo las más importantes. A los que conocimos aquello hace 30 o 40 años nos dan ganas de llorar viendo cómo está ahora. Realmente dan ganas de volverse vegano y mandar a la mierda el negocio de la ganadería intensiva (originada sobre todo por el exagerado consumo de carne que demanda la sociedad occidental actual).
Maizales y ray-grass para forraje
Si metemos un poco de zoom en la cámara podemos apreciar otras de las maravillas paisajísticas típicas de Galiza. Como por ejemplo las sierras que bordean la Terra Chá, ahora eucaliptizadas y cubiertas de eólicos "sostenibles".
Montes de A Corda, Abadín (Lugo)
O los mega invernaderos dedicados a frutas del bosque, donde trabajan inmigrantes en condiciones muy penosas (ha habido denuncias al respecto por parte del sindicato C.I.G., mayoritario en Galiza).
Invernaderos de O Arneiro, Cospeito (Lugo)
Por animar un poco os pongo unas fotos de aves, que alguna había.
Milano negro (Milvus migrans)
Alondra común (Alauda arvensis)
Alondra en canto de vuelo
Mosquitero ibérico (Phylloscopus ibericus)
Volviendo de Vilalba decidí aprovechar el viaje para explorar la zona de Xermade (Lugo), donde aún quedan montes con tojal y brezal atlántico, un hábitat casi desaparecido por el norte gallego, ahogado entre plantaciones de eucalipto.
De exploración en mi Fiat Sedici 4x4
Aunque Xabi V. Pumariño me ha indicado que estos de las fotos son hábitats demasiado homogéneos para el óptimo de la especie no pierdo la esperanza de contemplar alguno de nuestros últimos aguiluchos reproductores en tierras próximas a Ferrol. Durante la primavera avanzada realizaré algún muestreo a ver si suena la flauta, porque ambos aguiluchos (Circus pygargus/cyaneus) están en evidente riesgo de extinción.
Tojal atlántico en Xermade (Lugo)
Turbera, Xermade (Lugo)
Tendré que darme prisa. La peste eucalíptica avanza sin piedad. Hace años llegó la cocaína a Galiza y pagó chalets, hipotecas, matrículas de universidad o letras del coche. Ahora tenemos el eucalipto, la coca del norte. El pueblo lo quiere y los políticos lo permiten, no hay nada que hacer.
Plantación de eucaliptos substituyendo matorral autóctono
Y con las fotos de estos montes nos despedimos por hoy.
A ver si tardo menos en subir el próximo post.
Ánimo, Xabi, que aún habremos de caer más bajo... Creo que, como tú haces, es crucial documentar fotográficamente el mayor número posible de paisajes naturales/seminaturales, porque se nos están yendo a pasos agigantados. Debe quedar testimonio de todo esto, y en qué nos los han transformado. Como sabes, yo he conocido numerosos humedales que, sencillamente, ya no existen: están muertos, han desaparecido para siempre, y ninguna iniciativa de regeneración los va a volver a la vida. Mi giro desde hace años de atención principal hacia la botánica, en detrimento de la ornitología (en lo que me inicié preferentemente a comienzos de la década de 1970), tiene mucho que ver con esto. En un momento dado me planteé dejar esta afición, pero de pronto fui consciente de que esta afición, la observación y estudio de las aves, se sustentaba casi exclusivamente en una cuestión de escala. Como ornitólogos, generalmente prestamos atención a espacios amplios, a grandes paisajes, porque las aves se mueven en espacios así. Sin embargo, la perspectiva del botánico se centra básicamente en micropaisajes, en pequeños fragmentos o parcelas de microhábitats, en lugares diminutos que, sin embargo, pueden aún cobijar a taxones y comunidades únicas, o en cualquier caso, de interés fundamental en tanto que pinceladas del gran fresco de nuestro paraíso perdido.
ResponderEliminarPrecisamente ao pouco de comezar nisto da fotografía (cando naceus o blogue, vaia) comecei a gardar fotos de paisaxe no disco duro de cara ao futuro. Por unha parte dame pena non ter fotos de antes pero case mellor non velas...
ResponderEliminarCon respeito ao dos microhábitats sei ben o que dis. Mola moito, si. Xa me fixaba moito cando facía mostraxes herpetolóxicos pero agora que empecei con libélulas ou bolboretas observo con moita atención eses detalles. Pola miña zona agora xa sei máis ou menos qué libélula vai aparecer nunha mancha de turbeira, á beira dunha ripisilva fluvial ou nun sistema dunar. Tiña intención de poñerme un pouco coa botánica pero a fotografía quítame demasiado tempo e non dou feito (eu non teño a vosa capacidade sobrehumana para estas cousas).
Un abrazo, Jose.
Venga, venga, tío: llévalo con calma, poco a poco, y, como en todo, verás cómo progresas. Acuérdate de esto que te digo.
ResponderEliminarY otro abrazo fuerte, Xabi, que antes tuve que salir por pies a un recado, y ni caí en la cuenta de que no me había despedido como es debido.