Seguidores e seguidoras

venres, 4 de abril de 2025

4/04/2025 "El hombre que odiaba a los perros"

   Ayer volvía a Moeche con Manolo Rei, pues quería enseñarle el "vuelo en paracaídas" del bisbita arbóreo. Manolo ha hecho el camino inverso al mío; procedente del mundo de la fotografía clásica está comenzando en esto de los bichos. Así que todo es nuevo para él. O casi todo. Al mirlo lo conoce todo el mundo:

Mirlo común (Turdus merula)
Nikon P950 focal  1400 mm   ISO:450    V:1/160    F:6,3

     Además de los pájaros habituales en estos días de primavera temprana ayer me alegré de ver uno de los escribanos montesinos que han pasado el invierno en las veigas del Xuvia. Es reproductor común en montes y áreas degradadas de la comarca y supongo que estos dos o tres individuos que estaba observando periódicamente en As Regas marcharán pronto a sus territorios de cría. En las zonas de valle con prados, setos y huertas es substituído por su primo el escribano soteño (Emberiza cirlus). Al menos contamos con una pareja de éste último en la aldea de Penasalbas.

Escribano montesino (Emberiza cia)
Nikon P950 focal  1800 mm   ISO:400    V:1/250    F:6,3

 Sin embargo el protagonista de la jornada no fue un ave sino un perro. Pero un perro "normal", no un perro-mascota de los que están plagados los espacios naturales próximos a nuestras ciudades.

    Debió escapar de su finca y se acercó a nosotros de manera amistosa, sin ladrar ni amenazar; con la simple curiosidad de quien ve y huele a gente desconocida. La verdad es que me apetecía acariciarlo porque se veía un perro encantador, pero estábamos de muestreo ornitológico y sabía que si lo hacía no se despegaría de nosotros. Intentamos no hacerle caso para ver si nos dejaba pero decidió acompañarnos igualmente, asustando, por ejemplo, al famoso pico picapinos Metallico. Me dieron ganas de apartarlo de malas maneras pero no fui capaz y dejé que nos acompañara todo contento durante parte del muestreo. Como resultado nos asustó varios pájaros más.


  Por desgracia uno es víctima de la falta de comprensión lectora o, directamente, de la falta de neuronas del personal, que confunde mi defensa contra la agresión mascotista con mis sentimientos hacia los perros (ya he dicho que en mi familia hemos tenido perros y he cuidado con cariño dos boxers mientras mis hermanos estaban de viaje). 
   Hace años que he llegado a la certeza de que no se puede razonar con los mascotistas, ese nuevo fascismo que pretende imponer su concepción animalista del mundo a toda la sociedad. Para ellos, y sobre todo ellas, yo seré siempre "el hombre que odia a los perros" (así lo he visto expresado en una noticia de La Voz de Galicia en que hablaban sobre mí). Todo porque defiendo que se cumpla la normativa vigente y exigo que los propietarios respeten al resto de los ciudadanos. Pero esa tropa no da para más. Siento verdadera pena por los perros que caen en sus manos.

Un espontáneo simpático acompañando a un servidor
Foto: Manolo Rei

  Un canciño encantador, pero espero que no vuelva a saludarnos mientras estamos de muestreo. De todas formas, que todos los perros que me encuentre en el campo sean como éste. No como esos estúpidos pequeñajos consentidos y tocapelotas que te vienen ladrando como locos sin motivo mientras su dueña mira el móvil o como los perros peligrosos que se te acercan amenazantes mientras su dueño te dice que "no hace nada". Mascotismo no, perros sí. Mira que es fácil de entender!

7 comentarios:

  1. Para mí que es de caza y estaba perdido.Por cierto buena forma de llevar el palo en el cinturón en vez de llevarlo en la mano, así tienes las manos libres.

    ResponderEliminar
    Respostas
    1. Non, J.R. Penso que é o can dunha veciña dalí que todos os días fai a "rota do colesterol" e sempre me cruzo con eles. Hoxe o can debeu ter ganas de aventura. Un can encantador, como dixen no post.
      PD: O da vara no cinto é polo que dis, obviamente.

      Eliminar
  2. Xabi, que les den... Éste es el simplismo de esquematismo tipo "Barrio Sésamo": todo tiene que ser blanco o ser negro, ser amigo o ser enemigo. Pasa de todo, si quieren entender, entenderán; si no, que lean un poco, en lugar de hacer el imbécil. Bueno, a mí se me tiene adosado algún perrito en un par de ocasiones hace años, pero en una situación comprometida: cuando andaba de ruta, chequeando los nidos y polladas de chorlitejo en Baldaio. Eran perros amistosos, simpáticos a su manera, que si hubiera querido quedarme con alguno, sin duda se hubieran venido conmigo. Por fortuna, en ambas ocasiones me alejé de la zona, acercándome a partes del arenal alejadas de los puntos de cría, y en donde había más gente y otros perros, y allí se quedaron tan contentos.

    ResponderEliminar
    Respostas
    1. Opa, Jose.
      A verdade é que este can era deses que lles fas unha caricia e xa os podes levar para casa, pero estábamos "de servicio" e tentamos evitalo.
      Dito isto pois eu este tema xa o teño moi superado. Houbo un tempo en que pensaba que se podía argumentar e discutir desde a razón ou desde a legalidade con esa tropa. O cual me causou non poucos problemas e conflitos. A estas alturas da miña vida e logo do drama que vivín o ano pasado (e que sigo vivindo) estas cousas vense como problemas menores que simplemente debo evitar para non aumentar os niveis de estrés e depresión.
      No contexto desta entrada en Bichos procedía un comentario nese sentido pero nin moito menos me afectou. Nestes momentos teño como única prioridade saír da depresión. Porque ademáis do que xa sabes existen outros problemas moi gordos que afectan a un familiar moi cercano e que me están matando de pena. Cando veñen veñen todas xuntas.
      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Roberto Prego Regueiro8 de abril de 2025, 12:31

    De todos modos, hay mucha gente que ya no se calla y avisa de perros sueltos, que los malditos incívicos siguen ahí, envalentonados porque les dejan hacer...

    En Narón hubo una campaña hace poco y al fin multaron, ahora se ven muy pocos sueltos, tocar el bolsillo es milagroso.

    Lo de odiar a los perros porque uno dice que hay que cumplir las normas es la manera de "razonar" de esos impresentables. Se odia al de dos patas incívico, el de cuatro no tiene culpa.

    El problema es que muchos miserables se creen con todo el derecho a llevarlos sueltos.

    ResponderEliminar
  4. Roberto Prego Regueiro8 de abril de 2025, 14:39

    Apertas e unha cousa.

    É moi importante o sol (cara, brazos, non é necesario o bañador na praia) de cara a baixar a depresión, mais se cabe no comezo da primaveira, que é unha fronteira complicada, non só polas alerxias.

    ResponderEliminar

Para comentar es necesario identificarse con nombre y apellidos