La primera parada fué en las turberas altas, tan abundantes por estas sierras del extremo norte gallego. Una de ellas estaba espectacular debido a la floración del Algodón de los pantanos (y eso que la parte más extensa de esta turbera no sale en la fotos).
Precisamente allí nos encontramos con ese enamorado de la botánica que es Rafa López Loureiro, disfrutando con el aspecto de las Xuncas de algodón.
Algodón de los pantanos (Eriophorum angustifolium)
Para evitar sustos lo primero que hice fué explicarles lo peligroso de pisar sin cuidado en las turberas debido a la especial morfología de su suelo.
"El tío de la vara"
No observamos demasiada fauna (el tiempo tan malo tampoco ayudó mucho), aunque no faltaron unos cuantos anfibios especialidad de la casa, tales como la Rana bermeja (Rana temporaria), patilarga (Rana iberica) o Sapo corredor (Bufo calamita), aunque de éste último sólo vimos larvas.
Enseñando las características de un anfibio típico
Calros R.Silvar se lo pasaba pipa afotando las Droseras (Drosera rotundifolia/intermedia), plantas insectívoras muy comunes en estas tierras pantanosas:
Mientras yo hablaba (cosa rara...) los compañeros identificaron varias droseras como Drosera intermedia. Creo que la de la foto estaba en ese grupo.
Drosera (Drosera intermedia)
Para comer fuimos a los estupendos pinares de repoblación de Pinus sylvestris y Pinus radiata que, a pesar de ser especies introducidas, forman aquí uno de los mejores hábitats forestales de la comarca de Ferrol.
Pinar de Pino albar (Pinus sylvestris)
Hora del avituallamiento
La sorpresa de la jornada fué el avistamiento de un Cernícalo patirrojo (Falco vespertinus), especie propia de la Europa más oriental de la que este pasado mes hemos tenido una pequeña invasión en la Península.
Cernícalo patirrojo (Falco vespertinus). Foto de Xan
Finalizamos el recorrido acercándonos a los restos de la fraga del río Castro.
La superficie ocupada por bosque autóctono (fraga) ha visto reducida su extensión drásticamente en los últimos veinte años debido a las talas masivas y la substitución por eucalipto; sin embargo aún conserva alguna ladera muy chula con rincones mágicos. En uno de ellos encontramos varios carballos de gran porte, de los que casi no quedan en la franja litoral. Para mí (y para Xan probablemente) fué la mejor "observación" del día.
Roble carballo (Quercus robur)
Y con esta hermosura de Roble me despido hasta otra. Gracias a todos los colegas de la delegación de la SGHN-As Mariñas por venir.
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