Tercer aniversario de "Bichos"

  Una cosa previa. Celebro esta efeméride antes de la fecha de publicación del primer post (que fué un 25 de Agosto) primero, porque el blog en realidad había nacido antes, cuando una tarde de verano el bueno de Pepe Vizoso y yo parimos a la criatura. Ya sabéis que Bichos está dedicado a su memoria. Y segundo, porque ahora son fechas pobres en observaciones en que está todo parado, mientras que dentro de quince días es muy probable que el paso (y alguna conferencia) me tengan más ocupado.

 La verdad es que el blog ha coincidido con uno de los períodos más tristes de mi vida. Si ya en estos últimos años no tenía excesivos motivos para sonreír, pues desde Enero de 2013 la cosa ya fué una serie de catastróficas desdichas, una detrás de otra. Para acabar la fiesta con una "traca" final este verano, de esas que te dejan tocado, hundido y desguazado.
  Como le decía un día a Ricardo, no pretendo usar Internet para contar mis problemas (Dios me libre!), pero inevitablemente acabaron afectando a mi estado de desánimo.

     "Bichos" me ha dado un espacio donde relajarme, que era de lo que se trataba. Y vuestros comentarios me han reforzado ese maltrecho ánimo. Mis auténticos seguidores no son los que aparecen en la parte superior de la página, sino aquellos y aquellas que comentan habitualmente para dejar sus impresiones, contrastar opiniones o críticas:  Martiño, Damián, César, Inés, Paco, Quique, Eloi, Pepe Vidal, Daniel, Alejandro, Carlos, Juan P-R,  Eileen, Miguel, Paulo Barros, Colón, Sergio, Óscar, Pablo, Charlie, etc, etc, con especial mención para José Curt, que honra este blog al ser un seguidor más.

   Quizá si mis circunstancias hubiesen sido otras, hace años habría comenzado a publicar cosillas y probablemente habría entrado en contacto con los naturalistas de mi quinta. Hoy algunos de ellos son prestigiosos ornitólogos con muchos trabajos y libros publicados, algo que me alegra enormemente. Pero la vida de cada persona es un mundo y en ese momento en que uno debe dar un paso importante, yo lo dí en otra dirección.
   Aunque algunas personas me han pedido que publique (incluso me han rogado que debería escribir un libro) hoy no se dan las circunstancias para volcar mi experiencia de campo en publicaciones serias. Para eso necesitaría tiempo para edición, documentación, asesoramiento, etc... Sin embargo un blog es una herramienta que permite compartir cosas de manera muy cómoda. Y creo que después de treinta años de campo, uno dispone de cierto conocimiento que no debe quedar almacenado en un viejo cuaderno de campo. Aunque mis palabras nunca tendrán la misma repercusión a nivel científico que si hubiese dado aquel paso en la dirección adecuada a finales de los ochenta.

   Una vez confesado todo esto, queda dedicar este post a la gente del mar. Por muchos motivos. Son el oficio más duro que conozco, junto con el de minero. Pero es que además este pasado invierno ha sido especialmente cruel con nuestros pescadores. Gente embarcada, pescadores de a pie o incluso paseantes confiados, como los que se llevó el mar de Valdoviño aquel fatídico 5 de Enero en Punta Frouxeira. Sin duda que el mal estado de la mar este año pasará a los anales de la historia, y sus numerosas víctimas también.

  Meirás es cuna de los mejores Percebes del mundo (junto con los de la Costa da morte). Y aunque personalmente no doy un duro por ellos, reconozco que el de percebeiro es un oficio sólo apto para los más duros de entre los duros. Viendo estas fotos lo entenderéis.

    Vaya pues mi pequeño granito de arena como homenaje a todos los pescadores de Galiza, que se pelean todos los días con nuestro fiero océano Atlántico para traer pescado y marisco a nuestras mesas.  Xente brava.

  La vida sigue, y "Bichos" también.