No quiero morir sin haber tomado fotos decentes a alguno de los mustélidos que forman parte del género Mustela: comadreja o armiño. La cosa no es fácil pues ambas especies han experimentado un declive poblacional alarmante. El armiño quizá haya desaparecido de la comarca ferrolana, aunque tuve la fortuna de avistar uno dos veces en una misma semana allá por la primavera de 1986, cuando yo aún era un joven adolescente. Guardo como un tesoro aquel cuaderno de campo.
Transectos habituales por el valle del Xuvia en Moeche
Pero esto no es como ver una gaviota polar en Valdoviño, que está allí todos los días para deleite de los coleccionistas cazafotos. Para ver una comadreja hay que esforzarse y eso implica realizar muchas horas de campo por transectos óptimos con resultado nulo en la mayoría de ellos. Horas y horas de caminar por el mismo sitio, hasta que llegas a conocer cada pájaro, cada vaca y cada estaca del prado. Con suerte, algún día sonará la flauta.
Vacas mirando para el urbanita de turno
De nuevo utilicé la cámara cutre del teléfono para hacer tomas de paisaje (llevaba la OM-1).
Viviendas en Casalousada (Moeche)
Sauces de buen porte talados por culpa de los arándanos
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