Seguidores e seguidoras

miércoles, 29 de julio de 2020

Alcaudón dorsirrojo, una confirmación de cría... 35 años después!

  A principios de la década de los ochenta un servidor empezaba la observación de la Naturaleza junto a mi hermano Jose y a varios amigos del barrio, como Manolo "Gominolo". En un principio dedicado sobre todo a los anfibios, reptiles o insectos que encontraba por los brezales y prados cerca de casa. En 1985 escribía ya mi primer cuaderno de campo, que por ese entonces estaba muy centrado en las parroquias de Santa Icía y San Pedro de Leixa, que visité regularmente hasta 1986.


  En una de aquellas visitas observamos un ave que nos pareció un alcaudón dorsirrojo pero no pudimos confirmarlo (la falta de experiencia y de óptica adecuada dificultaba mucho la identificación de pájaros mientras que podías coger fácilmente un tritón, un lución o una mantis religiosa y verlos con detenimiento). El lugar de la observación era un "hábitat de libro" para el alcaudón pero hablamos de una especie muy tímida que seguramente nos pasó desapercibida en posteriores visitas, así que no volvimos a verlo. Ya en 1987 mi familia se trasladó a vivir a Ferrol y aquellos campos de Leixa pasaron a ser un recuerdo en mi vida, hasta que el año pasado ciertos problemas de salud me animaron a caminar, convirtiendo en rutina paseos quilométricos. Unos paseos que varias veces por semana me llevan precisamente hasta aquellos paisajes de mi adolescencia.

 Campiña de pasto con robles

Hábitat de maizal con setos vivos

  Y por casualidades de la vida lo que no pude confirmar en 1985 pude hacerlo en este año 2020: la reproducción del alcaudón dorsirrojo en San Pedro de Leixa.

 Juv de alcaudón dorsirrojo

  El otro día iba sin óptica (ni gafas!) y me pareció ver un volantón siguiendo un adulto. Por culpa de la miopía no pude confirmarlo pero tenía la certeza de que lo eran, por el jizz general. Por eso ayer decidí portar la cámara pequeña (Nikon B700) para intentar documentar el acontecimiento, cosa que logré en una parcela donde había visto un macho cantor hace dos meses.

 Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio) joven volantón

   Sé que ornitológicamente hablando no es un gran descubrimiento pero a mí me supuso una enorme satisfacción personal, después de tantos años con aquella duda. Más aún porque seguramente sean dos las parejas reproductoras en Leixa, y en un período con declive de la especie por algunas zonas de Asturies o Galiza (información recibida vía facebook).

  Además durante estas largas caminatas suelo encontrar bichos, unas veces vivos y otras muertos. Los coleópteros son víctimas frecuentes del tráfico rodado y este verano estoy encontrando muchos ciervos volantes o escornabois (acepción gallega para la especie por el norte del país).

Ciervo volante (Lucanus cervus)

    En Europa pocos invertebrados reunen el interés y la fotogenia del ciervo volante. Por desgracia está amenazado en muchos lugares debido a la ausencia de madera caducifolia, de la que se alimentan durante su larga fase larvaria, de hasta cinco años de duración.
   En Leixa creo que la superficie ocupada por robles y alisos se ha incrementado, causa probable de esta aparente abundancia del escornabois. Su primo más pequeño, el ciervo volante menor, también está presente aquí. A este ejemplar lo fotografiaba con el teléfono mientras cruzaba la carretera.

 Ciervo volante menor (Dorcus parallelipipedus)

 Por último, la semana pasada hallaba un carábido muy interesante: el Carabus deyrollei, del que encontraba un ejemplar muerto de vistoso color verde.

 Carabus deyrollei muerto

  El entomólogo Pablo Torrella Allegue me ayudó en la identificación, pues este color me despistaba enormemente tras haber visto antes otro deyrollei completamente distinto hace dos años en las fragas del río Castro. Fijáos qué diferencia de color y aspecto:

Carabus deyrollei (San sadurniño 2018)

 El deyrollei, nuestro Carabus de menor tamaño, es un endemismo de la zona galaico-cantábrica que parece estar bien distribuido por áreas caducifolias de la comarca de Ferrol (1). Al igual que los otros escarabajos sus citas serán subidas a la web de Biodivesidade.eu, a donde remito todas las citas de invertebrados. Y con este endemismo del NW terminamos el paseo de hoy.


(1) Torrella Allegue L.P. 2013 Carabus deyrollei (Gory,1839) in Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN).2013. Atlas e libro vermello de Carabini, Cychrini e Lucanidae (Insecat, Coleoptera) de Galicia. Vilagarcia de Arousa. 162 pp.

1 comentario:

  1. Pego o comentario que fai Pablo Torrella Allegue no facebook (non puido subilo á web):

    Moi boa entrada, Xabi, parabéns.
    No medio desta excitación, voume soltar un pouco...
    Pouco máis que engadir, unicamente se me ocorre matizar sobre o maxestuoso escornabois, que aquí en Galiza o tempo na metamorfose para acadar a fase de imago como máximo chega a eses 5 anos. No resto peninsular, a maior "sequedade", maior tempo, pero ollo, que tampouco está gravado en pedra.
    Por outra banda, ao seu parente, o Dorcus, adoita levarlle menos tempo (arredor de 3 anos) e a súa bioloxía, ao contrario do escornabois, está ligada maiormente á presenza de Alnus fronte a outras especies caducifolias autóctonas.
    O Carabus deyrollei: non é o carábido máis cativo, porque é unha familia moi grande e os hai máis, pero si o é como integrante do xénero Carabus.
    Del, o científico e Profesor Luís Iglesias, dicía que as súas cores, variacións e tamaño, facían del un dos máis atractivos 😍😍😍
    Se nos chegaramos a coñecer, diría tamén que para Pablo é o seu favorito! 😂
    O resto xa é coñecido: que se deu a coñecer para a Ciencia en 1839 e que foi da man de Gory, un entomólogo e naturalista francés vencellado ao Museo de Historia Natural de Francia, que adicou o nome da especie ao seu compatriota, o naturalista e viaxeiro -aínda case adolescente- Narcisse Deyrolle, que foi quen o atopou aquí en Galiza.
    Como resume, Xabi, unha boa entrada onde resaltas a importancia da presenza en Ferrolterra de tres xoias dentro dos coleópteros: dous saproxilófagos lucánidos e un Carábido, que resulta ser un endemismo ibérico cunha distribución que ocupa o NW peninsular (Galiza, N de Portugal e Occidente de Asturias).
    Encántame!

    E unha cousa importante tamén, é que os Dorcus xa os atopei en grandes tocóns podres de eucalipto!

    ResponderEliminar

Para comentar es necesario identificarse con nombre y apellidos