Aunque llevo varios meses sin dolor (gracias a Dios!) el problema en mis cervicales sigue presente. Entre eso y las ganas de mejorar mis fotos esta semana decidía aprovechar una oferta y comprar una nueva cámara: la Panasonic Lumix G7.
Panasonic Lumix G7
Es una cámara evil o sin espejo ("mirror less", en inglés), que se diferencian de las reflex en que no tienen ese espejo que "refleja" la imagen al visor óptico. Al igual que en las reflex, las marcas fabrican cámaras evil con sensores de diferente tamaño. En el caso de la Lumix G7 hablamos de un sensor de 4/3 de pulgada (el más pequeño dentro de su sector). O sea, mayor que el de mi Sony RX10 pero menor que una reflex APS-C. Ya en la mano sorprende su diminuto tamaño, menor incluso que una bridge de sensor 1/2,3" como mi Nikon B700.
Todos mis juguetes
Reconozco que sus acabados son bastante pobres, con abundancia de plástico y un aspecto de "cámara cutre", pero eso es lo de menos si tenemos en cuenta su precio (399 euros me ha costado). Sus prestaciones son prácticamente como una reflex de gama baja pero con un tamaño y peso de bridge pequeña. Obviamente le falta un teleobjetivo adecuado para fotografía de aves (un asunto que todavía estoy debatiendo) pero el tamaño de sus lentes es igualmente mínimo, en comparación con los aparatosos objetivos reflex. Justo lo que un naturalista necesita.
Una de las novedades de esta cámara con respecto a las otras que tengo es que su apertura cierra hasta F:24, más que la Sony RX10. Aunque para la prueba usé valores más bajos porque la luz en Mordor es un bien escaso a primera hora de la mañana.
Para probarlo me acerqué al valle de Moeche, en compañía de José Ramón Castro. Allí pude conocer la cámara y el humilde objetivo 14-42 mm que trae (equivalente a 24-84 mm). No da para mucho pero sí para paisajes.
Panasonic Lumix G7 + 14-24 mm
ISO:400 V:1/80 F:9
Panasonic Lumix G7 + 14-42 mm
ISO:200 V:1/125 F:6,3
Foto cutre de macro a 84 mm de focal
ISO:1250 V:1/200 F:5,6
Supongo que un fotógrafo profesional jamás recorta las imágenes (sería reconocer que disparó a la distancia equivocada y aceptar pérdida de calidad). Pero a nosostros es lo que nos queda. Por eso el factor de recorte es una de las prestaciones más importantes cuando fotografiamos bichos, sobre todo aves. Con este coracero realicé una pequeña prueba:
Toma original sin recorte
Aplicando recorte en la imagen original
El resultado es muy bueno. Tened en cuenta que casi ni sé manejar la cámara y además esta toma fue en JPEG por un despiste (vamos mayores...). Porque a la hora de recortar un RAW siempre permite conservar una mayor calidad.
Toma JPEG recortada Lumix G7 focal 84 mm (equivalentes)
ISO:640 V:1/160 F:5,6
Además llevaba la Sony RX10 III, sin duda la mejor cámara que tengo o he tenido. Una auténtica joya tecnológica que sólo tiene el déficit de una focal algo escasa para aves en Galiza. Aunque para mamíferos va de cine.
Zorro rojo (Vulpes vulpes)
Sony RX10 III focal 600 mm ISO:640 V:1/200 F:4
Cuando la gente me consulta antes de comprar una bridge, esta Sony es siempre la primera opción que doy. La mayoría del personal se echa para atrás debido a su elevado precio en comparación con las compactas pequeñas pero no son conscientes de la diferencia abismal con respecto a las bridge de sensor 1/2,3".
Zorro rojo (Vulpes vulpes) en carrera
Bonito juguete como ya vi,espero disfrutes de ella y lo pases en grande como un niño.
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