Es cierto que llevo el duelo bastante mejor. A veces ya duermo sin tomar ninguna medicación y si despierto en mitad de la noche no sufro la pesadilla mental de hace un año. Incluso cuento chistes o bromeo con la gente. Parece que todo ha terminado... pero qué va!
Hay algo que influye muchísimo en la superación de algo tan duro como es el luto por la persona que amabas: el entorno. En mi caso ese entorno digamos que no es el idóneo, por decirlo suavememente. Pero además estoy comprobando algo en que me insistía el médico: que esto no es algo "lineal". Hay momentos con el ánimo recuperado y otros en que vuelves a venirte abajo, como si fuese una carretera de montaña. Ayer y hoy me tocado sufrir uno de esos bajones, con el recuerdo de Mari atormentándome de manera terrible.
Vivimos una época siniestra y terriblemente materialista. Emociones como el amor se consideran algo censurable o incluso "un símbolo de opresión patriarcal". Me da mucha pena la gente que piensa así (y me preocupa que tengan poder político o mediático). Yo desde luego no me arrepiento de haber amado a María ni un segundo de mi vida. De hecho la sigo amando por las noches, cuando sueño con ella. Aunque al despertar reciba una bofetada de realidad. Pero los románticos somos incorregibles.
Preciosa publicación. As persoas que recordamos siguen vivas na nosa memoria. Pero hai que seguir, pase o que nos pase.
ResponderEliminarBicos, a túa irmá.
Moi fermoso, Xabi. Unha aperta. Damián
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