Esta mañana salía a caminar hasta el Polígono de A Gándara armado con la Sony por si aparecía algo. Y vaya si apareció. Un montón de basura tal que así:
Restos de comida y bebida en aparcamiento
Cada vez que paso por ese aparcamiento no doy crédito a lo que encuentro: decenas o centenares de bolsas de hamburguesas o envases plásticos de bebidas comprados en una famosa multinacional y arrojados desde el coche al aparcamiento.
Uno también ha sido joven e incluso he participado en algo "parecido" a botellones. Pero incluso colocado hasta arriba nunca olvidaba que era un ciudadano. Bueno, quizá alguna vez oriné donde no debía (si los perros pueden supongo que yo también); pero siempre intentaba depositar los residuos en su lugar, bien fueran los cascos de litrona en el contenedor o los plásticos en papeleras (entonces aún empezaba lo del reciclaje).
Dicen algunos que nuestre juventud es mejor porque está más formada, porque es más feminista, porque es más diversa y porque es más tolerante. Seguramente tenemos conceptos distintos sobre el bien y el mal, unos conceptos que hay que saber adaptar a los tiempos. Que en 2025 ocurra esto en un aparcamiento no es normal sabiendo como sabemos el problema de los residuos y teniendo como tenemos (dicen) una mejor educación respecto a cuarenta años atrás. "Educación".... ese misterio...
En fin, la actitud de estos
guarros (no se les puede llamar de otra manera) sirve al menos para que palomas y gaviotas aprovechen los restos de comida que queda entre los envoltorios, muchos de los cuales serán arrastrados por el viento hacia la carretera, hacia los campos próximos o incluso a la vecina ría de Ferrol.
Gaviota patiamarilla (Larus michahellis) juvenil
Al volver para casa me encontraba con Pepe, un compañero de Navantia ya jubilado y que aprecio un montón. Como yo, está hasta las narices de esta dictadura del pensamiento que se ha instaurado en España desde la irrupción de Podemos. Porque son muchos los simpatizantes históricos de la izquierda (sobre todo los mayores) que no comulgan con estos postulados irracionales que están convirtiendo nuestros barrios en auténticos guetos, donde la justicia parece sortearse por concurso y la seguridad ciudadana no existe. Por cierto que Pepe sufre más de cerca que yo el problema de los quinqui-ocupas. Me contó algunos hechos gravísimos ocurridos en su edificio protagonizados, como no, por unos que no comen jamón. Es lo que se llama el mundo real.
Termino con la noticia que abría la prensa local esta mañana. Otro caso aislado de "peleas entre personas de diferentes nacionalidades" (el eufemismo favorito de la prensa para no decir lo obvio).
Bonito país están dejando... Eso sí, el bienestar animal ha mejorado (el bienestar humano no tanto).
PD: Esto es un no parar. Prensa de esta mañana y el "caso aislado" diario. La cosa va bien...