A petición del público seguimos con entradas históricas para conmemorar mi cuarenta aniversario visitando y aprendiendo en la laguna de Valdoviño. O lago, que dicen los de allí. Por empezar con lo más fácil, hoy vamos a ver las cifras récord de anátidas que pude censar a lo largo de estas cuatro décadas. Algunos de estos censos realizados con unos prismáticos baratos y con la inexperiencia propia de la edad. Contrastados posteriormente con datos publicados parece que eran todos bastante aproximados. Siempre digo que la identificación complicada no se me da bien. Contar... pues sí.
Hablamos de un modesto humedal con interés regional, no comparable a cualquiera de importancia internacional. Incluso a nivel gallego rías como Ribadeo, Ortigueira, Arousa o Vigo mantienen una comunidad de patos invernantes mucho mayor que A Frouseira. Pero es que en 88 ha no puede haber mucho más de lo que hay; con el aliciente de que durante años fue una de las pocas lagunas gallegas donde había dos especies de anátidas reproductoras: el azulón y el friso. Algo ridículo si hablásemos de un humedal continental o peninsular, pero importante cuando hablamos de los residuos que quedan en un país tan pobre en zonas húmedas como es la Galiza actual (si el ilusionante proyecto de restaurar parcialmente Antela se llegase a concretar ya entraríamos en otra liga).
Pongo un excel con los datos que he recopilado de algunas especies representativas. Una matización: a los patos colorados no pude contarlos en su momento por falta de óptica pero es la cifra que he visto publicada y concuerda con mi experiencia del momento.
Recuerdo haber leído en la revista Quercus una lista con los humedales más importantes de España. Aquella lista consideraba como condición tener una media de anátidas y fochas superior a los 1500 ejemplares. A Frouseira probablemente no alcanzó nunca esa media pero si superaba los 1000 individuos, al menos hasta comienzos del presente siglo. Algo único entre las pequeñas lagunas litorales gallegas (por eso y por otras cosas de las que hablaremos considero a Valdoviño como la más importante desde el punto de vista ornitológico).
Durante el siglo XXI el gran declive en la población invernante de porrones comunes y fochas ha bajado mucho el total, a pesar de que otras especies se mantuvieron o incluso incrementaron sus cifras (caso del ánade friso o de la cerceta común). Si hablamos de especies más habituales en la migración primaveral, como ánade rabudo o cerceta carretona, sus números estos últimos años también están siendo muy pobres.
Otro día hablaremos de limícolas y el famoso paso de mayo, canela fina en años buenos.
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