Los días se van acortando y se nota, sobre todo en las temperaturas mínimas (tienen más tiempo para bajar). Aunque ayer tuvimos una máxima de 30 ºC en Ferrol, esta madrugada en Moeche había unos frescos 11ºC, acompañados por bancos de niebla en el valle del Xuvia.
La niebla se fue disipando mientras hacía el transecto principal de As Regas a Penasalbas. El éxodo hacia África ha comenzado para muchos pajarillos insectívoros y se nota. Otros aparecen aquí precisamente porque están haciendo esa migración. Por ejemplo el mosquitero musical (Phylloscopus trochilus), cuyo reclamo bisílabo, o incluso su canto (parecido al pinzón vulgar) se puede escuchar por todas partes. Los bandos con decenas de estorninos negros jóvenes que se veían hace un mes casi han desaparecido en As Regas. Probablemente estén ya en sus cuarteles de "invernada", formando grandes bandadas en parques y arboledas urbanas. A cambio se ven grupos de jóvenes fringílidos como jilguero, pardillo o verderón. El incremento poblacional de jilguero ha sido muy notable. El abandono de esa práctica medieval que era el silvestrismo ha sido una buena noticia.
Aún permanecen con nosotros las golondrinas comunes, que poseen dos importantes colonias en mi zona de muestreo, especialmente en una carpintería abandonada de Casalousada. Su dueño, un carpintero jubilado muy agradable con el hablo mucho, me dijo que las anduriñas marchaban en octubre. Ya he contado que no quiso tapiar los huecos y ventanas por los que entran las golondrinas, aunque le manchen con excrementos las máquinas y el taller. Me decía que le daban mucha pena y además "as anduriñas disque dan boa sorte". Dede luego en las aldeas gallegas hay bastante túzaro pero también mucha gente estupenda y encantadora.
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