Estamos todos consternados por la ola de incendios que está azotando el noroeste de la península y qee está afectando especialmente a la provincia gallega de Ourense, donde se ha registrado el incendio más extenso en la Historia de Galiza: 16.000 hectáreas (por ahora...). Una cifra pavorosa.
Se ha escrito ya tanto sobre el problema endémico de nuestro país con el fuego que ya está todo dicho. Personalmente soy muy escéptico con este y otros problemas medioambientales. Es cierto que las especies forestales pirófitas como el eucalipto (mayormente) o el pino son un buen combustible, pero al final aquí se quema todo.
Sé de incendios causados por pescadores deportivos porque los tojos estaban cerrando su camino para la lubina y el sargo. Hace unos años había estado precisamente en el Macizo Central con un colega que trabajaba como guarda en el Parque Natural. Recuerdo que al ver una masa de piornal muy crecida nos dijo: poco van a tardar los cazadores en prender fuego ahí para facilitarles la caza en invierno. A los pocos días, ya había ardido, puta casualidá. Luego están las quemas tradicionales que se les van de las manos a los cuatro viejos que quedan en las aldeas; o los imbéciles que hacen las quemas de su finca aunque haya alerta roja y esté prohibido (el último detenido lo ha sido por ese motivo). Por supuesto también se queman fincas porque el vecino tuvo un problema con su dueño. Además están los terroristas pirómanos o incluso trabajadores de la lucha contra-incendios enfadados, que también se han dado casos. En fin... Con este panorama plantear la instalación de ALTRI en A Ulloa con todo lo que conlleva en cuanto a aumento de superficie de eucaliptos debería ser motivo de crucifixión.
Como he dicho el Macizo Central de Ourense es uno de los espacios más queridos por los naturalistas gallegos por la inmensa biodiversidad que almacena. O almacenaba, porque en mis últimas visitas vi mucho menos que veinte o cuarenta años atrás. Algo que se nota a nivel general.
Las dos fotos anteriores las tomé con mi primera cámara bridge: la Olympus SPZ510. Una máquina de 7,1 megapíxeles, focal equivalente a 38-380 mm e ISO 50 - 4000. Nada que ver con lo que hay ahora pero iba muy, pero que muy bien. Me arrepiento de haberla regalado, porque en paisaje o macro funcionaba de maravilla. Y cabía en un bolsillo.
Las dos siguientes imágenes fueron tomadas en 2012 con mi primera reflex APSC: Canon EOS 500D. No recuerdo el objetivo corto que venía con el cuerpo.
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